Izquierda Unida

Alberto Garzón deja la dirección de IU y la primera línea política

El coordinador general de Izquierda Unida, que en breve cesará también como ministro de Consumo, ha comunicado su decisión en una carta a la militancia: “Con este cambio de fase quiero completar el paso al lado que anuncié en junio”

Alberto Garzón.

Alberto Garzón. / EP

Miguel Ángel Rodríguez

Anunció hace unos meses su intención de alejarse de la primera línea política. Quería dejar paso a nuevos perfíles. Ahora, Alberto Garzón ha dado el siguiente paso natural, abandonar también la coordinación federal de IU, el partido que lidera desde 2016, y dejar por completo la arena política. Así lo ha anunciado a través de una carta en la que explica este "paso al lado": "No solo cederé el testigo dentro del Consejo de Ministros, sino que también cesaré en mi responsabilidad como coordinador de Izquierda Unida".

"Se trata de una decisión muy meditada y que formaba parte de la hoja de ruta que personalmente asumí hace tiempo. He esperado a este momento para sincronizar mi decisión final con el cambio de fase política", sostiene en la misiva enviada a la militancia tras señalar que ha preferido esperar a que Pedro Sánchez estuviera investido presidente antes de hacer este anuncio. "A pesar de las dificultades, finalmente lo hemos logrado", continúa antes de señalar la "complicada negociación" que se ha tenido que dar. "Ahora la política española pasa a una nueva fase, con un nuevo gobierno y con muchos retos que abordar", resume.

Garzón renunció a estar en las listas de Sumar el pasado mes de junio. Ahora, su espacio en el nuevo Gobierno de coalición, cuya composición anunciará Sánchez en los próximos días, será previsiblemente para la portavoz del partido, Sira Rego. No obstante, falta por saber cuándo convocará a la militancia de IU para elegir a su sucesor al frente del partido.

Nueve años después

Militante de IU desde los 18 años, alentado por la lucha "contra la burbuja inmobiliaria" de principios de siglo, Garzón es diputado desde 2011 y llegó al frente de la formación en 2016, en contra de los candidatos oficialistas. Los tiempos que le tocaron liderar fueron convulsos, con una Izquierda Unida en retroceso ante el auge de Podemos. Sin reparo alguno, admite que su partido estuvo entonces en un "inmenso aprieto", siendo los morados quienes rentabilizaban el descontento de la calle.

En aquel momento, apostó personalmente por la alianza con Unidas Podemos (que no fue compartida por una parte relevante de su formación) lo que le apartó temporalmente del foco mediático. Pero aquel polémico acuerdo con Pablo Iglesias, el conocido como el pacto de los botellines que les llevó de sumar 6,1 millones de votos por separado a 5,08 al ir en coalición, le catapultó hasta el Consejo de Ministros, con una cartera de nueva creación, la de Consumo.

Su paso por el Ejecutivo ha sido discreto, con algunas medidas clave sobre la prohibición de la publicidad de apuesta y polémicas en torno al consumo de carne. En los últimos dos años, cuando la distancia entre Iglesias y Yolanda Díaz se hacía cada vez más grande, Garzón decidió posicionarse del lado de la gallega, aunque manteniendo siempre el respeto por Podemos. La líder de Sumar premiará esa lealtad con un nuevo ministerio, el de Juventud e Infancia.

El desgaste

"Reconozco que he visto el abismo muchas veces durante todos estos largos e intensos años", reconoce en la carta. En este sentido, agradece a la militancia del partido su empuje. "IU está hoy no solo consolidada, sino que es una fuerza con un capital político imprescindible para el futuro de este país", apunta, y añade que son también la "herramienta fundamental para ensamblar tan complejo ecosistema de fuerzas de izquierdas".

Optimismo aparte, Garzón acusa el desgaste de estos años en la primera línea política, en la que dice que ha "visto lo mejor y lo peor de la política" y le ha tocado tratar con "gentes que no cuidan a sus semejantes y para los cuales la política es solo una forma de aplastar al que piensa diferente". También recuerda las ausencias ante su familia: "Ellas han sufrido más que nadie mis desasosiegos y penas, mis ausencias continuadas y mi irritabilidad estacional".