Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del PP en el Congreso, se desmarcó ayer de la posición de su partido ante el Día de la Mujer y para declararse "feminista amazónica" y proponer que la jornada del domingo sea una "celebración de los logros" femeninos de los últimos años. El pronunciamiento personal de Álvarez de Toledo coincide con la decisión de su partido de participar de nuevo en las manifestaciones del 8-M, algo que la portavoz anticipa que no hará al no compartir la visión de la jornada como "una protesta enfadada y pesimista contra una presunta cultura heteropatriarcal capitalista, formada por hombres decididos a oprimir a las mujeres".

Pablo Casado hizo una apuesta de riesgo al situar a Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos (Madrid, 1974) como portavoz del Partido Popular en el Congreso. A la dirigente popular siempre le ha costado amoldarse a las servidumbres de los partidos políticos, y lo demostró de nuevo esta semana con unas declaraciones contra La Sexta. Según ella, esa cadena de televisión "hace negocio con la erosión de los valores de nuestra democracia".

Lo dijo, a cuenta del trato que dan algunos canales al independentismo catalán. Esas palabras provocaron una airada réplica del presentador estrella de la cadena, Antonio García Ferreras, que llamó a Álvarez de Toledo "experta en manipulación" y "experta en discursos del odio". También han generado malestar en sectores del PP contrarios a su fulgurante ascenso, que aprovechan sus declaraciones para señalar la contradicción entre sus ataques a La Sexta y las críticas populares de estos días a las "amenazas" de Pablo Iglesias a los medios de comunicación.

La personalidad de Álvarez de Toledo también abortó en el pasado reciente alguna operación política. Según escribe Xavier Pericay, uno de los fundadores de Ciudadanos, en su libro "¡Vamos!", Albert Rivera quiso atraerla en 2015. Le ofreció ser la candidata autonómica de Ciudadanos en Madrid, pero ella lo rechazó porque no quería competir contra la lista del PP. Sin embargo, Pericay apunta razones más de fondo para que el fichaje no se acabara consumando, en ese momento o en algún otro posterior. Según él, sucedió que Rivera se dio cuenta de que, por su carisma, "podría convertirse en una amenaza para Albert".

Cuando apostó por ella, Casado sabía que no estaba aupando a una persona dócil. No parece que las críticas la afecten. Ayer se desmarcó de nuevo del PP, que participará de nuevo en la manifestación del Día de la Mujer. Ella no irá. Para justificarse, se declaró "feminista amazónica, de la escuela de Camille Paglia", la intelectual norteamericana que critica el feminismo moderno. Álvarez de Toledo considera que el 8-M es una "protesta contra los hombres".