La reducción de la campaña electoral en una semana, la mitad del período habitual, ha causado que los partidos concentren sus mensajes todavía más. Uno de los motivos principales del discurso socialista gira en torno al poder que tendría Vox si el PP tiene opciones de gobernar tras los comicios del domingo. El líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, avivó ese argumento alertando del "ataque directo" al Estado de las Autonomías que realizaría "la coalición de las derechas con la extrema derecha".

"La ultraderecha quiere hacerle un jaque mate al Estado de las Autonomías y eso es un atentado contra el autogobierno de Galicia, contra las posibilidades de que Galicia tenga mecanismos de incrporación en la gobernanza del Estado", expuso Caballero ayer durante un acto en Pontevedra en compañía del secretario de Justicia y Nuevos Derechos del PSOE, Andrés Perelló, y de otros cargos de su formación. Más tarde, visitó Ourense.

Las críticas de Caballero se basaron en la intervención del líder de Vox, Santiago Abascal, en el reciente debate electoral en que participó con los candidatos a presidir el Gobierno de PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos.Allí, el dirigente señaló la supresión de las autonomías como un objetivo de su partido tras el 10N.

"Quien ataca el Estado de las Autonomías no puede gobernar España", aseveró Caballero en declaraciones a los medios. Contrapuso esa amenaza con la posición socialista. "En defensa de los intereses de Galicia, en defensa de la autonomía gallega, en defensa del autogobierno galego, el voto al PSdeG-PSOE es el voto que defiende un galleguismo constructivo, las competencias y la financiación autonómica frente a los riesgos de la derecha pactando con la ultraderecha", sostuvo antes de dar por seguro que su partido volverá a ser el partido más votado en Galicia, puesto que logró en abril por primera vez en la historia.

Caballero también aprovechó para desprestigiar a Pablo Casado, presidente y candidato a presidir el Ejecutivo del PP. "No es un líder competente ni capaz", lo definió.

Además, esquivó las polémicas declaraciones de Pedro Sánchez, su jefe de filas en el PSOE y presidente del Gobierno en funciones, en las que vinculó las actuaciones de la fiscalía en la tramitación de la euroorden para lograr la extradición del expresidente de la Generaltitat y prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, con las órdenes del Gobierno. El propio candidato socialista dio marcha atrás ayer y culpó al cansancio de sus palabras, que fueron criticadas por los fiscales por poner en tela de juicio la separación de poderes y la independencia judicial.

Caballero declaró qu la derecha se centra en "temas de confusión" mientras los socialistas "hablan de lo que preocupa a los ciudadanos".