La ruptura interna del soberanismo impide por ahora que del Parlament salga una respuestas política a la sentencia del Supremo, que condena a penas de entre nueve y trece años a nueve líderes soberanistas. Las advertencias del Tribunal Constitucional de que adoptará medidas para impedir que de la Cámara catalana vuelva a aprobar resolución alguna en la que se hable de autodeterminación, tiene un efecto disuasorio y bloquea determinadas iniciativas. JxCat y ERC rechazaron ayer en la Mesa del Parlament que en la sesión de mañana se someta a debate una propuesta de la CUP para dar una contestación unitaria al fallo de la Sala de los Penal del Supremo. Con ello, la convocatoria se reducirá a una intervención del president Torra, que no irá seguida de ninguna resolución.

Pese a esa previsión, la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, anunciaba que JxCat y ERC siguen trabajando en una propuesta de resolución que pueda votarse en el pleno de mañana o más adelante. Budó considera que la Cámara debe realizar un "pronunciamiento" institucional a propósito de la sentencia del Supremo sobre el "procés".

Joaquim Torra comparecerá mañana ante el Parlament para pronunciarse sobre la sentencia, pero al no ser un pleno extraordinario, como pretendía la CUP, no se someterá a la Cámara documento ninguno.

La votación en pleno de una propuesta de resolución relativa al derecho a la autodeterminación es un asunto delicado, especialmente para la Mesa presidida por Roger Torrent, que ya cuenta con una advertencia del Tribunal Constitucional sobre posibles consecuencias penales si admite propuestas que contravengan las resoluciones del órgano de garantías.

Budó aseguró ayer tras la reunión del Ejecutivo que el Govern no llevará ninguna propuesta que pueda someterse a la Cámara. Sin embargo asegura que se trabaja "desde las formaciones políticas en alguna propuesta que se pueda aprobar en el Parlament", pues considera que debe haber "un pronunciamiento" sobre la sentencia. Aunque la sesión de mañana está convocada solo como una comparecencia de Torra, JxCat y ERC pueden cambiar este formato en la reunión previa de la Mesa, sin descartar que pueda haber ya alguna votación en esa jornada, aunque también podría realizarse en el siguiente pleno. Aunque el Govern no tenga cerrada una propuesta concreta para someter al Parlament, Budó anticipa que el planteamiento que Torra expondrá en su comparecencia está "trabajada y consensuada" entre JxCat y ERC.

El distanciamiento entre ambas formaciones se agrandó ayer al pedir Ezquerra explicaciones al conseller de Interior por lo que considera actuaciones excesivas de los Mossos contra los manifestantes concentrados en el aeropuerto de Barcelona para protestar contra el fallo.

El presidente de la Generalitat manifestó ayer que los presos soberanistas están "indignadísimos" por la sentencia del Tribunal Supremo, pero que se muestran honrados por las movilizaciones que se están produciendo en respuesta a sus condenas. El presidente del Govern asegura que los presos se muestran convencidos de que la "sentencia estaba redactada y dictada", y en ella se plasma la acusación de la Fiscalía. El fallo, sin embargo, descarta que el proceso soberanista fuera una rebelión, como sostuvo el Ministerio Público, y condena a sus líderes por sedición, delito castigado con penas inferiores a las solicitadas por los fiscales.

Torra transmitió el llamamiento de los encarcelados a que los catalanes se sumen a las cinco marchas que hoy saldrán desde distintos puntos de Cataluña para converger el viernes en Barcelona. Las llamadas "Marchas por la Libertad" contra la sentencia promovidas por la ANC y Òmnium Cultural arrancarán de Gerona, Tarragona, Vic, Berga (Barcelona) y Tàrrega (Lérida) y llegarán a la capital catalana coincidiendo con la jornada de huelga general y la manifestación convocada por los sindicatos soberanistas.