El "nos vemos en septiembre" con que se cerró en julio la relación entre el PSOE y Unidas Podemos puede volverse ahora un "nos vemos en noviembre". A tenor de algunas de las encuestas que comienzan a moverse, incluso en la situación, en apariencia, probable de que los socialistas mejoren sus resultados van a verse abocados de nuevo a sentarse con los de Pablo Iglesias. Los pronósticos apuntan a un reparto de fuerzas muy similar al de ahora, con un refuerzo de los partidos clásicos, en el caso del PSOE a costa de Podemos y en el del PP gracias a la mengua de Ciudadanos y Vox. La experiencia de lo sucedido en 2016 anticipa que, en el caso de repetición de los comicios, los movimientos del electorado no son tan sustanciales como para despejar el panorama, por lo que la vuelta a las urnas puede replicar en buena medida lo que ahora hay. En esa coyuntura, todo quedaría a merced de los posibles cambios estratégicos y corrección de trayectoria que los partidos puedan adoptar a la vista de los resultados de las urnas.