La socialista María Chivite tomó ayer posesión como presidenta de Navarra, arropada por dos ministros y entre duras críticas de la derecha, que le afea haber conseguido el Gobierno foral gracias a la abstención de EH Bildu.

La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, calificó la toma de posesión de "hito importante en la degradación del PSOE", así como de "abdicación, no solamente del consenso constitucional, sino de un consenso ético y moral español". Álvarez de Toledo aseguró que el PSOE se está situando "al margen" del bloque constitucional.

Chivite, que preside un Gobierno integrado por PSN, Geroa Bai (marca navarra del PNV) y Podemos, tiene además el apoyo parlamentario de Ezquerra. Tras su toma de posesión, el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, destacó que "el diálogo y la negociación tendrán que seguir presentes en el futuro", en particular para sacar adelante los Presupuestos.

Estos solo podrán aprobarse con la aquiescencia de Bildu o la de Navarra Suma (UPN, PP y Cs), que ayer mismo anunció que la investidura de Chivite cierra la puerta a "cualquier acuerdo" con el PSOE, tanto a escala local como nacional.

En su discurso de investidura, Chivite resaltó que será la presidenta de "una sociedad diversa" que debe regir su convivencia por "los principios básicos de respeto, paz, memoria, verdad y justicia". Chivite apeló "al diálogo y al acuerdo" y a "alcanzar consensos" en un Parlamento en el que no suma mayoría.

"Centralidad"

El ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que asistió al acto en unión de su colega de Agricultura, Luis Planas, resaltó que Chivite "ejerce un papel de centralidad en la política navarra en favor de la convivencia y la cohesión". En el acto también estuvo presente el lendakari, Iñigo Urkullu, quien resaltó el discurso "integrador y "dispuesto al diálogo y a la voluntad de acuerdo" de María Chivite.

Coincidiendo con la toma de posesión, EH Bildu reivindicó en San Sebastián una república vasca para Euskadi basada en la soberanía y la igualdad de oportunidades, ante la situación actual, que, a su entender, está caracterizada por "un Estado español débil, sumido en una crisis política e institucional", y un "trifachito" cuyo "único objetivo" es la unidad de España.

En Madrid, Ciudadanos ha presentado una pregunta en el Congreso en la que pide al Gobierno que explique si considera a Bildu un interlocutor válido en políticas de Estado y si, detrás de una eventual abstención en la investidura de Sánchez, hay pactos o acuerdos políticos para el acercamiento de presos etarras.