La Asamblea de Madrid celebrará el miércoles de la próxima semana un debate de investidura sin candidato, una fórmula insólita, resultado de la ruptura del bloque de la derecha que supuestamente iba a llevar a la popular Isabel Díaz Ayuso a la presidencia de la Comunidad. Esa ruptura quedó ayer patente con lo insultos de Vox al Albert Rivera, al que tachan de "acojonado y sinvergüenza". La izquierda recrimina al presidente del Parlamento regional, Juan Trinidad, de Ciudadanos, que recurra a esa fórmula para evitar que el socialista Ángel Gabilondo, ganador de las elecciones y quien más votos tiene tras de sí, se someta al debate de investidura en la Cámara aunque no tenga garantizado el respaldo para salir presidente. El único objetivo de esta medida es, según los socialistas, ganar tiempo mientras PP y Ciudadanos cierran un acuerdo, que carece de viabilidad mientras persista el empeño de Vox de firmar un acuerdo a tres bandas.

Vox insiste en que no regalará sus votos "a cambio de nada" y no despejará el camino de Isabel Díaz Ayuso hacia la presidencia mientras Ciudadanos se niegue a sentarse con ellos y suscribir un pacto. La formación de Abascal materializa así una amenaza que viene deslizando en todos los lugares en los que sus votos son necesarios para que se imponga en bloque de la derecha. En Madrid y Murcia, donde frustró el primer intento de investidura del candidato del PP Fernando López Miras, Vox deja constancia de que la advertencia tiene visos de seriedad.

Vox reprocha a Ciudadanos que haga como si sus votos no existieran y los desprecie por el procedimiento de ignorarlos. Por eso exige, en el caso madrileño, que la formación naranja se siente con ellos para hacer explícito un pacto que ahora queda en la sombra. El malestar de Vox con Ciudadanos se tradujo ayer en insultos a su líder, a quien tildaron de "acojonado y sinvergüenza". La ultraderecha suavizó después: "Nuestro CM (community manager) de verano, aunque tenga razón, debe vigilar el lenguaje", sin garantizar que "no vuelva a suceder". "No es fácil aguantar callados el desprecio de Ciudadanos" a los votantes de Vox "y las mentiras a los suyos", afirma el partido de Abascal.

El portavoz de la formación naranja en la Cámara autonómica, Ignacio Aguado, asegura que no se sentará a negociar con Vox, que su socio "preferente" es el PP y que lo único que hará será presentar el acuerdo al que llegue con los populares al resto de fuerzas para que decidan qué posición adoptar. El PP confía en que su aspirante a presidir la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, consiga recabar el respaldo suficiente antes del pleno de investidura del próximo 10 de julio. Si no hay acuerdo antes, el 10 de septiembre se convocarán nuevos comicios para noviembre.

El bloque de la izquierda critica la convocatoria de una investidura sin candidato pese a que Ángel Gabilondo, ganador de las elecciones con 37 escaños, cuenta con los apoyos de Más Madrid (20) y Unidas Podemos (7), sumando un total de 64, a solo tres de la mayoría absoluta. El candidato socialista insistió ante el presidente de la Asamblea en la legitimidad de su aspiración, argumentando que en un debate parlamentario abierto como es el de la investidura puede haber cambios de posiciones y ganarse los tres votos que le faltan. El PSOE atribuye la investidura sin candidato al temor de Ciudadanos a que algunos de sus representantes en la Cámara regional respalden a Gabilondo y hagan visible unas discrepancias internas que el partido de Rivera niega.