PSOE y Podemos mantienen todavía posiciones "muy alejadas" de cara a un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez. El discreto encuentro que el presidente en funciones mantuvo con Pablo Iglesias a primera hora del lunes no sirvió para acercar posiciones y las pretensiones de la formación morada de entrar en el futuro Gobierno siguen siendo el gran escollo para un pacto. ERC reclama que la Abogacía del Estado, dependiente del Ejecutivo, solicite que los acusados por la intentona secesionista salgan en libertad una vez concluido el juicio como "gesto" para abstenerse en la segunda votación, lo que facilitaría que Sánchez se convirtiera de nuevo en presidente.

La del lunes fue la tercera reunión entre Sánchez e Iglesias desde las elecciones generales del 26 de abril. El líder de Podemos confiaba en que su interlocutor concretara la idea de un "gobierno de cooperación" lanzada en el encuentro de la semana pasada. Nada de eso ocurrió, pese a lo cual Iglesias se mostró convencido horas después en el Congreso de que habrá acuerdo "más pronto que tarde". En paralelo, el "número tres" del PSOE, José Luis Ábalos anticipaba la intención del aspirante socialistas de someterse a la investidura "en breve" aunque no tuviera garantizados todos los apoyos necesarios.

"Creo que en política hay que ejercer la responsabilidad y cuando a alguien le encomiendan abordar una investidura tiene que tener los votos para que salga adelante", contestaba ayer el diputado de Unidas Podemos Rafael Mayoral a la amenaza de los socialistas de emplazar a todos los grupos a que se pronuncien n el Congreso sin tener cerrada la negociación. En esa circunstancia, "quien se sentirá más presionado es quien esté dispuesto a ir a la investidura y no tenga los votos sumados", opina Mayoral.

Desde el PSOE se asegura que Podemos conserva la consideración de "socio preferente" y proseguirán los contactos "con la máxima disposición de entendimiento". Sin embargo, persisten las diferencias sobre la incorporación de la formación morada al futuro Ejecutivo. En ese punto las posiciones permanecen "muy alejadas", según fuentes de la dirección del PSOE citadas ayer por Europa Press. Sánchez accede a incorporar en su Ejecutivo a profesionales independientes vinculados a Podemos, algo que no satisface la aspiración de Pablo Iglesias de ser ministro.

El apoyo de Podemos no garantiza la investidura de Sánchez, quien además de sumar los votos del PNV, PRC y Compromís necesitaría más apoyos o abstenciones para salir presidente en la segunda votación. ERC deja la puerta abierta a abstenerse, pero ayer su presidente en el Parlament, Sergi Sabrià, sugería la posibilidad de que la Abogacía del Estado pida la libertad de los soberanistas encarcelados como "gesto" para que faciliten la investidura del candidato socialista.