Silencio primero y sirenas y alarmas sonando al unísono hasta ahogar los discursos. Así fue recibida ayer la delegación de Ciudadanos encabezada por Albert Rivera en Ugao-Miraballes, el pueblo natal de Josu Ternera. La localidad fue elegida por la formación naranja como escenario de un homenaje a la víctimas de terrorismo, que sirviera de réplica al reconocimiento que allí se tributó a uno de los más significados cabecillas de la banda terrorista ETA, tras su detención en Francia la semana pasada.

La comitiva -en la que estaban Maite Pagazaurtundua, Edmundo Bal, Joan Mesquida y José Manuel Villegas- atravesó en silencio el pueblo, gobernado por el PNV, entre carteles que dejaban constancia de que no eran bienvenidos, ikurriñas y lazos amarillos hasta llegar al frontón. Allí un centenar de personas les dieron la espalda. Protegidos por los antidisturbios de la policía autonómica, Rivera se dirigió a quienes trataban de boicotear el acto: "No nos habéis callado con tiros, no nos vais a callar con sirenas". Muy teatral, el líder de Ciudadanos rompió uno de los carteles que empapelan el pueblo, con una foto de Ternera, en el que se pide la liberación del etarra, ahora encarcelado en Francia y a disposición de la justicia para cumplir las condenas que tiene pendientes. Rivera sacó después otro cartel en el que se leía "dignidad y justicia", escrito con bolígrafo, y manifestó su rechazo a los "héroes asesinos". "Preparaos porque vamos a prohibir los homenajes a vuestros amigos etarras", concluyó Rivera. Media hora después de que la representación de Ciudadanos abandonara la localidad, una decena de personas ataviadas con trajes de desinfección limpió el suelo del frontón con lejía.