Galicia es una de las pocas autonomías en las que Vox no tuvo representación, junto con Navarra, País Vasco, La Rioja y Canarias. A pesar de ello, ha arañado votos al PP que, según el propio Alberto Núñez Feijóo, le han costado a los populares mantener la hegemonía en la comunidad gallega.

Aunque en todos los municipios obtuvo algún voto, solo en 118 concellos logró un porcentaje superior al 5 por ciento de los apoyos electorales, que es el umbral fijado por la Ley D'hont para obtener representación parlamentaria.

Y donde tiene mayor presencia es en la provincia de Lugo (con un 5,74 por ciento de los votos) y en A Coruña (5,63 por ciento). Menor es el apoyo obtenido en los municipios ourensanos (un 5,1 por ciento) y sobre todo en Pontevedra (4,7 por ciento).

En Lugo incluso logró ser la tercera fuerza más votada en cinco municipios: Abadín, As Nogais, Becerreá, Ribeira de Piquín y Samos.

En Ourense se colocó de tercero en otros cuatro superando a Podemos, En Marea y BNG: es el caso de A Veiga, Carballeda de Avia, Gomesende y Beade, municipio donde gobierna un alcalde del PP conocido por sus simpatías hacia el franquismo. En este municipio la formación de Santiago Abascal obtuvo su mejor resultado: un 8,48 por ciento de los sufragios.