Los diputados de Podemos y Esquerda Unida enfrentados a Luís Villares y al partido En Marea lanzan su ofensiva para descabalgarlo de la portavocía parlamentaria del grupo que lidera la oposición al PP: es un paso más para divorciarse de él. Para ello han convocado hoy una reunión del grupo en la Cámara para reorganizar las portavocías y presionar al juez en excedencia para que dimita.

Ambas facciones están en guerra desde hace meses. De hecho, el domingo participaron por separado en las elecciones generales y el resultado reveló su respectiva fuerza. La coalición En Común-Unidas Podemos logró 236.746 votos y En Marea no llegó a los 18.000, relegada al séptimo puesto de partidos en Galicia.

Esa desproporción ha acelerado los planes de Podemos y EU, que llevan tiempo consultando cómo divorciarse de En Marea, el grupo de 14 diputados que lidera la oposición al PP de Feijóo, tras empatar en actas con el PSdeG en 2016, pero recibir más apoyos. Hasta el domingo, los primeros preveían iniciar estas hostilidades tras las municipales del 26 de mayo para que no le endosasen responsabilidades de unos malos resultados de las mareas, especialmente en las tres ciudades coruñeses que gobiernan.

Los críticos con Villares son mayoría en el Parlamento, por lo que tienen asegurado ganar la votación de hoy. En este bando se integran los impulsores de la ofensiva: Podemos y Esquerda Unida. Se trata de Marcos Cal, Luca Chao, Carmen Santos, Paula Quinteiro, Julia Torregrosa, en el primer caso, y Eva Solla y Manuel Lago, en el segundo. También discrepan del rumbo de la En Marea actual Ánxeles Cuña (independiente), Flora Miranda (Compostela Aberta) y Antón Sánchez (portavoz de Anova). A Villares lo respaldan Pancho Casal (ex de Podemos), Paula Vázquez Verao (Cerna) y Davide Rodríguez (Anova).

Como alternativa a Villares, el bando mayoritario maneja una lista que encabeza Manuel Lago, cerebro económico del grupo. Consideran que el primero ya no está legitimado para representar a los 14 diputados de En Marea tras el resultado del domingo y que no puede hablar en su nombre, especialmente ante unas municipales, en las que tomará partido por candidaturas rivales de las de Podemos, Anova o EU. Ambos bloques competirán en 14 concellos, como Ferrol, Pontevedra u Ourense.

La estrategia para afrontar la reunión de hoy era analizada al cierre de esta edición en la ejecutiva de Podemos Galicia, pero también por los villaristas. Los críticos presionaron ayer a Villares para que dimitiese de inmediato y no lo lograron. Ante la reunión de mañana, el Consello das Mareas, la dirección del partido En Marea en el que Podemos y EU no participan y que controla el juez, decidió convocar una reunión para calibrar su respuesta Al cierre de esta edición no había finalizado. El movimiento probable sería que el portavoz no acudiese al cónclave de hoy, previsto tras la conclusión del pleno parlamentario, y que sus rivales sacasen adelante su propuesta en solitario. Es una batalla simbólica, pues, según las fuentes consultadas, esa votación no forzaría legalmente a Villares a dejar su puesto.

El reglamento de la Cámara establece que cada grupo designará un portavoz y posible sustituto al constituirse en el inicio de una legislatura. No existe un mecanismo que permita a sus compañeros destituirlo de forma automática, aunque su figura quedará en una situación de máximo compromiso y expuesta a los ataques del PP: con un ínfimo apoyo electoral el 28-M y desautorizado por sus compañeros.

La facción comandada por Podemos y EU también estudia las alternativas para romper de forma efectiva con las siglas En Marea y constituir un grupo propio -superan con creces el mínimo de cinco actas-, que relegaría a los villaristas al último puesto en fuerza.

Sin embargo, el reglamento frena esa opción de momento. Esa norma señalan que "no pueden constituir grupo parlamentario separado diputados que pertenezcan a un mismo partido o coalición", salvo en circunstancias de difícil justificación en este caso. "Solo para el supuesto de que por cualquier circunstancia se extinguiese o finalizase la actividad del partido o coalición electoral por la que concurriesen podrán constituir, por una sola vez, grupo o grupos parlamentarios distintos" -teniendo un mínimo de 5 actas-. Su alternativa, por tanto, es fugarse al grupo mixto y resucitar la división de AGE la pasada legislatura, a no ser que logren forzar la disolución del grupo En Marea. Para ello, deberían lograr que lo abandonasen 12 de sus 14 diputados.