Rivera: "PP y PSOE pierden militantes y votos por algunas políticas suicidas"

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, cree que el PP y el PSOE pierden militantes y votos por "algunas políticas suicidas" y les pidió que se detengan a analizar por qué están sufriendo fugas como la de Ángel Garrido, que el miércoles anunció que se pasaba a Cs.

Rivera se refirió en un desayuno de Nueva Economía Fórum al fichaje de última hora de Cs, el expresidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido, que causó mucho malestar en las filas del PP.

Emplazó a estas dos formaciones a que reflexionen para ver por qué se les escapan los votantes y militantes porque "cuando en una empresa pierdes clientes: "o te preguntas qué has hecho mal o te pegan una patada y te echan".

Si él perdiera escaños, explicó, se preguntaría qué ha hecho mal, insistiendo en que en una empresa "si no rindes te echan", a la vez que recomendó a todos aquellos que "les molesta" que se les vayan militantes y votos que se tomen "un minuto para pensar".

Ante las críticas que recibió por 'pescar' en otras formaciones, el líder de Cs se defendió argumentando que cuando un partido "tiene las manos manchadas de corrupción o venden a los separatistas", los votantes y los afiliados tienen derecho a cambiar.

Por eso, deben pararse a reflexionar por qué en ocasiones, señaló, "uno conduce en dirección contraria y se cree que todos los demás "son conductores suicidas" cuando los que se están suicidando "con según qué políticas" son los que van en dirección contraria.

Se dirigó así al PP y al PSOE, esas formaciones "que se desinflan" y no dejan de perder apoyos para decirles si en algún momento se han planteado por qué Soraya Rodríguez, Joan Mesquida o Ángel Garrido "les han abandonado".

"Les digo (a los populares) que la culpa de haber pactado con los nacionalistas, de la corrupción, y de ser muy conservadores en muchos aspectos que ya no tienen sentido, no es de Ciudadanos", subrayó la líder de la formación naranja en Cataluña.

Negó que Garrido sea "un tránsfuga" porque "es una persona que ha acabado su mandato" y que ahora decide irse "a un espacio en el que se siente más cómodo".

Rivera se comprometió también a que en los primeros cien días de su gobierno promoverá dos grandes pactos de Estado, uno sobre la educación y otro para frenar la despoblación, dejando claro que él va ser el presidente del Gobierno de los pactos y que sentará a los líderes de todos los partidos, salvo "a los que quieren romper España".

Y a aquellos que le responden que esto es una labor muy difícil les replica: "¿Perdona?, los Pactos de la Moncloa se hicieron con muertos de ETA sobre la mesa, con lobbies presionando (...) y lo hicimos. Fue un cúmulo de renuncias".

Eso es lo que le trasladaron "los viejos rockeros de la Transición" hablando con ellos, señaló.

Rivera sacó pecho además por la tendencia que, según él, marcan las ultimas encuestas electorales que les sitúan rozando el vuelco electoral: "Dicen que estamos entre 2 y 4 escaños", subrayó y que Cs puede encabezar un gobierno.

El candidato naranja participó también y por primera vez en esta campaña en un mitin en Barcelona, en el que redobló la presión contra Pedro Sánchez "por su pacto" con los separatistas y por haber dejado "tirados" a los catalanes.

"España se merece un presidente que no mienta, que respete todas las ideologías y que el único límite para gobernar sea "no gobernar con los que quieren liquidar la nación", reiteró, acusándole de haber dejado "tirados" a los catalanes.

"Esta es la casa común de los valientes, de gente que no se arruga, que suma y no es sectaria", es el partido del diálogo con los constitucionalistas, el partido que está "con los buenos", que son los que respetan la ley y la justicia, insistió Rivera, que también, por primera vez en esta campaña, compartió escenario con la "numero uno" por Barcelona, Inés Arrimadas.

Acompañaron a Rivera el candidato al Ayuntamiento de Barcelona que apoya Cs, Manuel Valls, que es la primera vez que participa en un acto de campaña, su "número 3", el exministro socialista de Trabajo Celestino Corbacho y Josep Ramón Bosch, presidente de Sociedad Civil Catalana.