El presidente de la Generalitat de Cataluña, Joaquim Torra, y el consejero de Interior, Miquel Buch, defendieron ayer a a los Mossos de las críticas de los CDR (Comités de Defensa de la República) y la ANC por verse "obligados" a retirar el viernes los lazos amarillos colgados en centros públicos y escuelas.

Torra se encontró en un acto electoral en Sabadell (Barcelona) con una quincena de miembros de los CDR que le recriminaron su actuación y la de los Mossos d'Esquadra. La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, denunció "lo que pasó con la entrada de los Mossos en escuelas en horario lectivo, para borrar un mural pintado por niños y niñas, es gravísimo".

Mientras, el grupo antiindependentista "Els Segadors del Maresme" volcó en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, ante la sede de la Generalitat y el Ayuntamiento, sacos con decenas de miles de lazos retirados en diferentes localidades.