El líder del PP, Pablo Casado, desafió ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a debatir "donde quiera y cuando quiera" y le instó a "dar la cara" para las elecciones del 28 de abril en lugar de "hablar tanto de sí mismo y escribir libros". En un acto del PP en Torrejón de Ardoz (Madrid), Casado precisó que está dispuesto a cualquier modalidad de debate, tanto un cara a cara como uno junto a otros partidos políticos, y tanto en televisión como en cualquier otro medio. "Donde le apetezca", remachó.

El presidente popular acusó a Sánchez de "intentar blanquear" su legislatura, que calificó de "nefasta", usando el nombre del Rey, al haber desvelado conversaciones con el Monarca en su libro "Manual de resistencia".

Casado insistió en que Sánchez no descarta volver a pactar con los independentistas catalanes y criticó que el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, tampoco trabajase ayer, por la huelga general en Cataluña, importándole "un bledo" que se arruine el futuro de esa comunidad autónoma. "Él no trabaja hoy, no ha trabajado nunca. El problema es que el Gobierno de España no ha trabajado tampoco en Cataluña, ha cedido a presiones y chantajes", insistió el presidente popular en lo que, a más de dos meses de las elecciones, se ha convertido ya en su principal línea de ataque a Sánchez.

Desde Cs, su secretario general, José Manuel Villegas, desmintió que la formación haya barajado la posibilidad de que la líder naranja en Cataluña, Inés Arrimadas, vaya de "número dos" de Albert Rivera en la candidatura al Congreso por Madrid.

Villegas salió así al paso de voces internas que apuntaron en esa dirección e incluso afirmaron, en los pasillos del Congreso, que la cuestión se ha tratado en la Ejecutiva. Otros dirigentes de Cs sí señalaron que la dirección del partido baraja la posibilidad de que Arrimadas vaya en las listas del Congreso, puesto que "está desaprovechada" en Cataluña con un Parlamento que, "como se cierra cada dos por tres", deja en penumbra la oposición de Cs. Las fuentes apuntaron, por otra parte, que el marido de Arrimadas, un exdiputado de Convergencia en el Parlamento catalán, se ha trasladado a trabajar a Madrid.