El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, garantizó ayer a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que el Vaticano no se opondrá a la exhumación de los restos de Francisco Franco y a sacarlo del valle de los Caídos. En cambio, respecto a su posible inhumación posterior de la momia en una de las tumbas que la familia del dictador tiene en la catedral de la Almudena, el Vaticano no ofrece garantías de que pueda satisfacer esa petición del Ejecutivo y ambas partes acordaron "seguir manteniendo el diálogo". Calvo sí se trajo de su visita a Roma la colaboración para que los abusos sexuales en el entorno eclesial se sometan a la justicia ordinaria y no prescriban.