El diputado de Junts per Catalunya (JxC) en el Parlament Eduard Pujol tachó ayer de "golpe de Estado" la decisión del Gobierno de poner en marcha los trámites para impugnar ante el Tribunal Constitucional (TC) la propuesta de investir a Carles Puigdemont.

La decisión, según Pujol, demuestra que el Gobierno no acepta el 21-D e impugna judicialmente lo que decidieron las urnas: "Lo que hemos oído hoy de la Vicepresidenta es la prueba de que el Gobierno no acepta la democracia".

"Es un nuevo despropósito democrático, un nuevo acto de cobardía. Es un golpe de Estado a la voluntad de los ciudadanos, (que) se tiene que aceptar guste o no guste", clamó.

Horas más tarde, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, cerró filas con JxC y consideró que, después de este "atropello", no es el momento de propone ningún plan B. "La propuesta de Puigdemont es legítima y emana de las urnas. Es una propuesta clara y limpia y todo el mundo sabía quién era el candidato de JxC. Utilizaremos todos los mecanismos para defenderlo", afirmó.

El Partido Popular ha perdido, a su juicio, "el norte, los escrúpulos y la vergüenza" y "quiere ganar en los tribunales lo que ha perdido en las urnas", agregó.

Y añadió: "No es el momento de hablar de 'planes b' ni de alternativas, sino de defender los derechos de los diputados".