Las candidaturas independentistas que encabezan Carles Puigdemont (Junts per Catalunya) y Oriol Junqueras (ERC) están negociando una serie de puntos en común para incluirlos en sus respectivos programas electorales, pero entre ellos no se encuentra ninguna referencia a la vía unilateral que les llevó a convocar el referéndum del 1-O y a declarar la independencia y que, en última instancia, condujo al líder de ERC a prisión y obligó al expresident a huir a Bélgica para no correr la misma suerte.

A cambio, según el diario secesionista "Nació Digital", entre los nueve compromisos ya acordados, se plantea abrir una "negociación bilateral" con el Estado y con la UE que haga posible la "plena independencia" de Cataluña y la "efectiva y pacífica articulación democrática de la república catalana".

Además se propone impulsar un pacto de país para ensanchar la "amplia mayoría" en favor del derecho a la autodeterminación, se rechazan las medidas tomadas por el Gobierno al amparo del artículo 155 -entre ellas, las elecciones del 21-D, que sí aceptan- y se reclama la libertad de los "presos políticos".

Sin embargo, pese a la tabla de reivindicaciones plenamente independentistas que negocian las dos candidaturas, la CUP no se siente concernida del todo por lo pactado hasta ahora y ya adelanta que no piensa aparcar la vía unilateral.

La portavoz del secretariado nacional del partido, Núria Gibert, confirmó que la CUP participa en las conversaciones para pactar un programa independentista conjunto, pero advirtió que lo acordado por las listas de Puigdemont y Junqueras es un "retroceso" y volver al "pasado".

Con todo, la renuncia a la vía unilateral es firme, a juzgar por las palabras con que comentó el principio de acuerdo el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà: "Posiblemente habrá que explorar otros caminos al margen de la unilateralidad". Los independentistas, según Tardà, serán lo "suficientemente inteligentes" como para buscar "nuevas estrategias" a fin de que puedan acumular "fuerzas".

Entre tanto, Puigdemont habría renunciado a cobrar el sueldo de expresident que le corresponde -ya que está destituido como tal- para seguir titulándose presidente "legítimo" de Cataluña y no acatar el 155. Así lo afirma el diario elnacional.cat y fuentes cercanas al político catalán citadas por "Europa Press". Puigdemont compartió en Twitter la información del citado diario acompañando la publicación de un comentario dirigido al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que le había forzado a tomar una decisión en diez días: "El Estado continúa siendo una máquina de humillar instituciones y ciudadanos". El Ministro juzgó que la renuncia de Puigdemont "no tiene sentido", pues "se reivindica como lo que no es". El expresident no podrá votar el 21-D al no haber formalizado en plazo su inscripción en el censo de electores españoles temporalmente en el extranjero.