El inspector Jefe de la Brigada de la Policía Judicial de Cuenca ha testificado en la tarde de este martes durante el juicio en el que Sergio Morate se enfrenta a 48 años de prisión por presuntamente asesinar a su exnovia Marina Okarinska y una amiga de ésta, Laura del Hoyo. En su declaración, ha dado detalles de la confesión que el acusado hizo en varias ocasiones a su llegada a España tras su extradición desde Rumanía. "Lo de Laura lo sentía, pero con Marina tenía obsesión".

Además, ha revelado que Morate llegó a decir en referencia a Marina: "Antes de suicidarme, nos vamos los dos por delante. ¡No te jode!", ha recordado, insistiendo en que "dijo que sentía lo de Laura, que no se lo esperaba, y que sí estaba arrepentido de ello".

Igualmente, ha asegurado que cuando hablaba de Marina en aquellos primeros momentos en España, "se venía arriba, se envalentonaba". "Contó sus viajes a Ucrania, que la relación se había enfriado. Que le había dado todo y que quería que fuera la madre de sus hijos. Estaba loco por ella", ha manifestado.

"Obsesionado" con Marina

Ha añadido además que estaba "obsesionado" con la posibilidad de que Marina pudiera tener otra pareja. Durante sus días en Rumanía huido, había oído noticias de que se había casado en Ucrania. "Y nos pedía que si le podíamos enseñar las fotos de esa boda".

Relataba Morate, además que "durante un periodo de tiempo se levantaba por la mañana y decía: 'Tengo que hacerlo'" --en alusión a acabar con la vida de Marina. "Pero luego pensaba en su familia, en otras cosas, en su vida, y se le iba la idea".

Morate llegó a decir: "La he liado, estoy jodido y lo tengo bastante mal". Cuando Morate se enteró de que el día de los hechos Laura acompañaba a Marina, le llegó a decir a la exnovia que volviera otro día porque no tenía los enseres que iba a recoger preparados.

"Se arrepentía de lo de Laura"

"Él no quería que subieran las dos juntas, lo que tenía preparado era para Marina. Aunque se arrepentía de lo de Laura, una vez que estaban arriba, cerró la puerta con llave, y ya no cuenta más", añade en su testimonio el agente.

"Me dijo que metió a cada chica en una bolsa de basura, que a una la metió en el maletero y a otra entre los asientos del vehículo", ha indicado el jefe de Policía, quien ha agregado que también se interesaba Morate por las investigaciones en torno a la compra de la cal viva. "Ahí estuve torpe", llegó a reconocer. Según las palabras del agente, Morate llegó a considerar que si no hubiera sido por la presencia de Laura, no le habrían "pillado".

También ha relatado el momento en el que se encuentra en Madrid con un policía conquense conocido suyo, al que le dijo: "Has detenido a un famoso. Me han traído en el avión de los ministros, me han traído los Geos y me han sacado todas las televisiones. La he liado más que en el caso de Bretón".

El inspector ha aseverado que Morate quiso "colaborar" con la justicia y contarlo todo "a cambio de cambiar la consideración de asesinato por homicidio". "También nos dijo que quería ver a su madre y que no quería ir a la cárcel de Cuenca, que allí le iban a repudiar".

"Quiero pagar por dos homicidios, no dos asesinatos", insistía Morate según el relato del policía. "Había estado leyendo e informándose sobre penas. Y estaba obsesionado con asesinatos mediáticos, como el de José Bretón o Marta del Castillo".

"La he liado gorda. La he cagado"

"La he liado gorda. La he cagado"

A preguntas de la abogada de la familia de Marina, Alexander E., amigo del encausado, ha reconocido que en un momento de la conversación en su vivienda, Morate le llegó a decir: "La he liado gorda. La he cagado".

De su lado, una prima de Morate, Águeda M., ha reconocido que vio al acusado la noche en la que presuntamente ocurrieron los hechos en Palomera. Visiblemente nerviosa y llorando, ha revelado que le pidió cancelarle "todas las redes sociales" un par de días después de los asesinatos tras contactar con ella desde un teléfono desconocido.

Águeda, que facilitó los pantallazos de esas conversaciones a la Policía, ha desvelado que Morate le preguntó por "cómo estaba la familia" toda vez que ya se conocía que le estaban buscando y que tanto él como las chicas estaban desaparecidas. "Le pregunté que qué había pasado, pero no me contestó".

"Le pregunté que dónde estaba él, y contestó que no me lo iba a decir", ha señalado, antes de asegurar que tenía "miedo" y que incluso llegó a temer que a ella misma le pasara "algo". Además, ha confirmado que Morate le pidió que le dijera a su madre que contactara con su abogado.

De otro lado, otro testigo con quien el acusado mantenía amistad, Carlos J., ha contado en el juicio que Istvan H., también amigo del acusado tras su anterior paso por la cárcel, se comunicó con él vía mensajería instantánea para preguntar por su Morate. "Necesito hablar contigo urgente. Cuando puedas, llámame", le dijo Istvan unos días después de cometerse los asesinatos.

En esa conversación, aportada por la representante del Ministerio Fiscal, Istvan llegó a decir a Carlos: "Algo malo le pasó. Voy a mover los hilos para encontrarlo", le dijo, haciendo alusión a "los ucranianos esos" en referencia al entorno de Marina Okarinska. En mensajes posteriores, Istvan llega a sugerir que le han tendido "una trampa" a Morate y que él sólo "no puede" con las dos chicas.

Eliseo S., el cuarto testigo de la mañana en pasar por la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Cuenca donde se juzga a Sergio Morate por doble asesinato, ha declarado que la noche anterior a producirse los asesinatos se encontró a un grupo de amigos en Palomera, entre ellos Morate, con quienes mantuvo una conversación.

En la charla que mantenían, hablaron de temas como la violencia de género. Además, Eliseo S., que es licenciado en Derecho, ha revelado que Morate se interesó en la noche antes de los asesinatos sobre aspectos como los procesos de extradición y de prescripción de delitos.

En todo caso, ha dejado claro que se trataba de una conversación entre cuatro amigos, donde él "se interesó un poco más en esos temas". Tras esa conversación, ha manifestado que fueron a dar una vuelta en uno de los coches de Morate por los caminos aledaños al pueblo, algo que era habitual.