El 1-0 también ha dividido a los partidos políticos gallegos. Si el PPdeG hace hincapié en que lo vivido este domingo "vulneró las mínimas garantías de un proceso democrático", los grupos de la oposición censuran la "represión policial" que el Gobierno central utilizó para evitar las votaciones y retirar las urnas.

El primero en hablar fue, durante la mañana de ayer, el secretario xeral de los populares, Miguel Tellado, que lamentó que "algunas personas desde las instituciones, que deberían ser democráticas, inviten a la ciudadanía a vulnerar la democracia".

En su intervención había mostrado su esperanza en que las fuerzas y cuerpos de seguridad pudiesen "garantizar la normalidad" durante la jornada.

A las fuerzas independentistas les pidió que sigan el ejemplo de Galicia. "Hace décadas todos mirábamos a Cataluña como una comunidad de referencia y hoy son muchos los catalanes que miran a Galicia como un territorio donde los gobiernos de las mayorías permiten que no haya chantajes de partidos minoritarios como la CUP", reflexionó.

Frente a esta visión, en declaraciones a Europa Press,la presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, denunció la "represión policial" registrada ayer en Cataluña, que tachó de "excesiva".

Asimismo, defendió que ni el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni el de la Generalitat, Carles Puigdemont, están "legitimados" para resolver la actual situación. De hecho, aseveró que ambos han perdido la "capacidad para dialogar".

"¿Qué hacemos mañana?", se preguntó la también diputada en el Congreso y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, para luego apostar por "encontrar entre todos una solución". También cargó contra las posiciones "tan inmovilistas" de ambos lados.

Actuación de la UE

Por su parte, el portavoz de En Marea, Luis Villares, puso en valor el "ejemplo de civismo y compromiso ético y político" demostrado por la sociedad catalana, lo cual, interpretó, "no fue correspondido por el Estado".

"El valor político del referendo fue evidente, ya que puso de manifiesto la existencia de una sociedad soberana", esgrimió, y opinó que Cataluña "habló claro". "Quieren ejercer la dignidad ciudadana más evidente, que es el derecho democrático de votar", apuntó el líder rupturista.

A su juicio, la "brutal represión ordenada por Rajoy" convierte al presidente en una "amenaza a las libertades públicas" y vaticinó que "ni las porras ni el Código Penal arreglarán la situación, solo la política".

La eurodiputada de AGE, predecesor de En Marea, Lidia Senra, que participó como observadora en la votación, reclamó a la Unión Europea que "no mire para otro lado" y actúe contra el Gobierno central, al que acusó de "vulnerar" la Carta de Derechos Fundamentales del bloque comunitario al impedir las votaciones.

También estuvo en Cataluña el responsable del área internacional del BNG, Rubén Cela, que argumentó que el el Estado tenía la opción tomar la vía inglesa con Escocia o la vía turca con el Kurdistán. "Han escogido la vía turca", afirmó.

Opinó que "el pueblo catalán ha dado un ejemplo al mundo" con su comportamiento "cívico y democrático" frente a un Gobierno central que ha actuado de una forma "desproporcionada e insólita en Europa" . En este sentido, consideró que se ha proyectado al mundo "una imagen lamentable". "Lo que hay aquí es un problema político que, o se resuelve con política o no se resuelve", añadió.

Así las cosas, señaló que, tras lo acontecido en las últimas semanas y, especialmente, este 1 de octubre, el "encaje cómodo" de Cataluña en España está cada vez más lejos. "Después de hoy va a haber unos cuantos catalanes más que no van a querer saber nada de eso. Muchas generaciones no lo van a olvidar en la vida", aseveró.

Cuestionado sobre qué seguirá a la jornada de ayer, Rubén Cela confesó no saberlo porque "no lo sabe nadie". "Me gustaría que se recondujese la situación, que se reflexionase, que se entendiese que no se puede someter a un pueblo por la fuerza. En Madrid son incapaces de leer que lo que pasa en Cataluña. No tienen la más mínima empatía", zanjó.