Youssef El Kariki es desde hace más de tres años imán de la mezquita de Pontevedra, en cuya comarca hay una comunidad de unos 3.000 musulmanes. Antes había ejercido en Marín, donde permaneció seis años. Allí la policía solía preguntar a sus fieles por el contenido de los mensajes que difundía, pero nunca tuvo problemas. Cuando solo ha transcurrido una semana desde los atentados yihadistas en Cataluña, que se cobraron 15 víctimas mortales y en los que también murieron 8 terroristas, insiste en desvincular la religión islámica de cualquier forma de terrorismo. Rechaza que las mezquitas sirvan para cualquier otra actividad que no sea la religiosa y asegura que no cualquiera está preparado para ser imán, aunque también explica que no se exige ninguna formación reglada para dirigir los rezos.

- ¿Qué se necesita para ser imán?

-Hay que estudiar el Corán, conocerlo, leer los libros con las enseñanzas del profeta Mahoma. También hay que saber leer y escribir en lengua árabe. Y hay que saber interpretar bien los textos; no toda la gente puede ser imán.

- ¿Es necesario acudir a algún centro de formación? ¿Usted fue a algún tipo de escuela?

-No, un imán puede estudiar por su cuenta. Yo no fui a ninguna escuela. Para estudiar en una escuela hay que ir a Marruecos, Arabia Saudí o Catar, si tienes tiempo y posibilidades.

-¿Cobra por la labor que hace?

-No, no recibo nada de la mezquita ni estoy asegurado. Si los fieles me quieren dar una propina, bien, si no no pasa nada. Soy voluntario porque tengo una pequeña pensión que me permite hacer esta labor.

-¿En qué consiste su trabajo?

-Dirijo las oraciones, sobre todo los viernes, que es el día grande, en el que nos reunimos todos para rezar juntos. El resto de la semana rezamos cinco veces al día; la mayoría lo hace en sus casas pero para la oración de la noche suelen venir una decena de fieles a rezar a la mezquita.

- ¿Existe peligro de que las mezquitas sirvan como centros de radicalización?

-No. Nuestra religión es como la católica; igual que los católicos van a misa los domingos a rezar y el cura habla de hacer el bien, de la libertad..., para nosotros es lo mismo. El Corán es la palabra de Dios y él dice que no se puede matar.

- Pero los autores de los atentados de Cataluña se radicalizaron a través del imán de su mezquita.

-El islam es ajeno a lo que pasó en Barcelona. El islam está muy muy lejos del terrorismo. Habla de que no se puede matar, ni hacer el mal a nadie. Los musulmanes aquí, en Galicia, en España o en Francia vienen a trabajar. Esta gente se ha buscado problemas para ellos mismos, para sus familias y para toda la sociedad.

-¿Hay algún tipo de control del mensaje que se emite desde las mezquitas?

-Cuando estaba en Marín la policía iba de vez en cuando a preguntar entre la comunidad qué decía el imán. Pero nunca hubo ningún problema. Yo me dedico solo a la religión, a rezar. Las mezquitas no tienen nada que ver con la política.

-Y dentro de la propia comunidad musulmana, ¿hay alguna autoridad que se encargue de controlar el tipo de mensaje que se emite en cada mezquita?

-No, no la hay.

-¿Qué le parece que la Comisión Islámica de España elabore un censo con los imanes de todo el Estado?

-No sé nada al respecto, no tengo opinión.

-¿La comunidad musulmana está integrada en Galicia? ¿Nota alguna diferencia en el trato después de los atentados de Barcelona?

-Estamos integrados. Aquí en nuestra mezquita nunca hemos tenido ningún problema, ninguna queja por parte de los vecinos. El terrorismo está muy lejos de nuestra religión.

-¿Qué le pediría a la ciudadanía con la que los musulmanes conviven a diario?

-Les diría que nosotros, aquí en Pontevedra, y también en el resto de España, somos iguales a las personas que profesan otras religiones. A los católicos, a los otros cristianos, a los judíos... somos iguales.