La ciudad de Madrid homenajeó ayer a Miguel Ángel Blanco con dos actos en el centro de la capital. El primero, a las 10 horas, fue organizado por el PP en la Plaza de la Villa. El segundo, convocado por el Ayuntamiento, tuvo lugar a las 12 horas en Cibeles, enmarcado en la convocatoria que realizó la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que todas las ciudades de España recordasen ayer "el vil asesinato hace 20 años de Miguel Ángel Blanco, que era un concejal", tal y como recordó la portavoz del gobierno municipal, Rita Maestre.

Sin embargo, la jornada de recuerdo al edil de Ermua no transcurrió sin polémica. En la Plaza de la Villa, la diputada popular y presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, pidió a Manuela Carmena durante su intervención que accediera a desplegar una pancarta en la fachada del Ayuntamiento: "No hablo como hermana de Miguel Ángel Blanco, sino como presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Te pido por todas la víctimas que coloques la imagen de mi hermano, que representa a todas y cada una de las víctimas del terrorismo". Unas palabras que la alcaldesa de Madrid contestó posteriormente, al terminar el acto, reprochando a la diputada popular las formas que había empleado en un momento tenso.

Carmena, que asistió a los dos actos convocados ayer, recibió críticas y abucheos en ambos por parte del público al persistir en su negativa a desplegar una pancarta en la fachada del consistorio en recuerdo del concejal vasco. "No es razonable", insistió.

Entre gritos de "fuera, fuera" y "dónde está la pancarta", Carmena se dirigió a las decenas de asistentes para manifestarles que el Ayuntamiento "está decidido a decir clarísimamente que nunca más tiene que producirse una monstruosidad de esas características" y para recordar que el Ayuntamietno, en manos de Ahora Madrid, ha protestado durante todo este tiempo contra todos los actos terroristas que se han llevado a cabo "no ya en España" sino en otros países.

Todos los grupos municipales condenaron los abucheos a la alcaldesa de Madrid. La presidenta de la comunidad autónoma, Cristina Cifuentes, rechazó "de plano" los gritos contra la alcaldesa, reivindicando la necesidad de transmitir un mensaje "claro" y de "unidad" contra el terrorismo, con independencia de las "creencias políticas".

Cifuentes también agradeció a la regidora de Madrid que asistiera al acto convocado por el PP. De igual forma, Ciudadanos condenó los abucheos, así como el PSOE, que a través de su portavoz municipal, Purificación Causapié, pidió la "unidad" de todos los grupos y fuerzas políticas frente al terrorismo.

Por otra parte, en un tercer acto convocado por la Fundación Miguel Ángel Blanco en el Teatro Real, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, exigió una unidad contra el terrorismo "sin equidistancias ni eufemismos" para lograr la derrota total de ETA "sin revanchismo pero sin cesiones". Zoido reivindicó el espíritu de Ermua e insistió en que "cuando homenajeamos y recordamos a una víctima, lo estamos haciendo con todas".

En el acto, donde también intervinieron Marimar Blanco y el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, destacaron las ausencias del expresidente del Gobierno José María Aznar y del exministro del Interior Jaime Mayor Oreja, que habían sido invitados.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste; el presidente del PP en Álava, Iñaki Oyarzabal, así como representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo, también acudieron al homenaje que, a través de tres cortometrajes, ha recordado aquellos días de julio de 1997 y lo que supuso el asesinato de Blanco.

"La sociedad vasca se sintió antes defensora de la vida que nacionalista, de derechas, de izquierdas o creyente". Así resumió Marimar Blanco cómo España alzó "una única voz" frente al asesinato de su hermano hace veinte años, una unidad hoy "diluida" al volver a medir "políticamente" a una víctima.

"Hace veinte años estábamos todos contra el terror, contra ETA, todos con una única voz, que era la de elegir la liberación de Miguel Ángel Blanco. Y viendo cómo estamos ahora, me da muchísima pena que volvamos otra vez a medirnos políticamente a la hora de rendir homenaje a una víctima", subrayó Blanco en el Teatro Real, escenario del homenaje al concejal del PP asesinado.