Los ocho marineros vascos del atunero "Alakrana" relataron ayer al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz que los piratas que les mantuvieron secuestrados 47 días en aguas de Somalia los trataron "como perros". Todos ellos quedaron impactados con la inhumana situación que viven los ocupantes de un petrolero que lleva seis meses en poder los piratas, entre cuya tripulación hay una niña de 11 años y una mujer que dio a luz recientemente. Los marineros vascos también criticaron la gestión del Gobierno en el secuestro y anunciaron que no se personarán como acusación particular en el caso de los dos somalíes encarcelados en España.

Los ochos tripulantes vascos del ´Alakrana´ que prestaron declaración fueron el capitan, Iker Galbarriatu Gracia, de Bermeo; el jefe de máquinas, Víctor Bilbao Orozco, de Bermeo; el gruista Andoni Gotxi Olano, de Bermeo; los engrasadores Pedro Ortún Gainza, de Bilbao, y Gaizka Iturbe, de Bermeo; el jefe de cocina, Angel María Diego Arrizabalaga, de Bilbao; José Luis Vildosola, ayudante de cocina, de Bermeo; y el primer oficial del buque, Patxi Baladés.

Bilbao criticó que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, "cogió" a los dos piratas, "pero no dijo que uno estaba leve y el otro bien, podía haberlo dicho, pero sólo dijo ´hemos cogido a dos piratas´". Según explicó, los secuestradores "se pensaban que los dos piratas estaban muertos y nos decían: ´si ellos vienen muertos, vosotros vais muertos, si ellos vienen con un pie cortado, vosotros vais con un pie cortado".

"Pobrecitos los próximos"

Bilbao dijo que no se personarán como acusación particular y pidió al Gobierno central "que les dejen libres, porque si no cumplen los acuerdos y cogen otro barco español, pobrecitos". "Que cumplan con la palabra que han dicho, es mejor que la cumplan", insistió.

Por otro lado, Bilbao relató al juez que los piratas les trataron como a "perros" durante su secuestro. El trato que les daban los piratas era "malo", como si fueran "animales". Asimismo, aseguró que al patrón del barco, el baionés Ricardo Blach, "le han pegado bastante", así como a otro engrasador. También se refirió al momento de la liberación del buque y señaló que el patrón bajó a la zona de máquinas y dijo: "Arranca, rápido, que nos vamos". "No nos enteramos de nada porque nos tenían confinados dentro del barco", apuntó.

Violación en el "Ariana"

El magistrado, según explicó el jefe de máquinas, realizó a los tripulantes numerosas preguntas sobre el ´Ariana´, petrolero con bandera de Malta, pero de propiedad griega, secuestrado hace seis meses, y, según aseguró el jefe de máquinas, se quedó "impactado" con su relato sobre la situación de est buque.

Bilbao relató que el 14 de octubre, estando ya en manos de los piratas, fueron a prestar ayuda al Ariana y a suministrarles gasoil. Según aseguró, en ese buque no pueden cocinar porque no tienen luz y "queman el mobiliario". "No tienen nada", manifestó. En aquel buque, contaron, vieron a dos mujeres –una de las cuales había dado a luz durante su cautiverio– y a una niña de once años que, según ha dicho el maquinista Víctor Bilbaoa, fue violada por un "niño pirata de 14 años que andaba con dos pistolas amenazando a todos". "Les dimos comida, fruta para el bebé, un botiquín y un poco de gasoil", relató Bilbao, que reconoció que cuando fueron llevados al barco no tenían intención de desprenderse de mucho combustible, pero que "cuando vimos el cuadro que había allí, dijimos: lo que sea".

El jefe de cocina, Diego, aseguró que "fue muy triste el día que fuimos todos con el barco a darles gasoil, que al final no pudimos darle, porque esa gente, con ese gasoil por lo menos podían haber arrancado un motor auxiliar, pero no tenían nada, no tenían comida, ni agua y comían de lo que pescaban". "Les dimos cinco cimarrones, una caja de galletas y fruta, y había una niña a bordo que nos hacia señas de que quería ir con nosotros", dijo. Todos los tripulantes se percataron de la petición de ayuda desesperada de la menor.

El jefe de máquinas, a quien la emoción obligó a interrumpir varias veces su relato, dijo que el juez y el fiscal "se han quedado asustados" al conocer lo sucedido. La visita al "Ariana", según fuentes jurídicas, fue lo que "hundió psicológicamente" a los marineros, pues al ver lo "abandonado" que estaba el buque y las condiciones en las que se encontraba su tripulación, pensaron que su secuestro podía correr la misma suerte.