El número de muertos del cayuco que el viernes llegó a la isla canaria de La Gomera es ya de seis, tras la muerte ayer de otro de los inmigrantes que permanecía grave en el Hospital Universitario de La Candelaria, en Tenerife, a donde había sido trasladado tras la llegada de la barcaza a la Playa de Santiago, al sur de la isla. Otro de los inmigrantes falleció la noche del viernes en el Hospital de La Gomera. Los otros cuatro muertos corresponden a los guineanos que ya llegaron sin vida. Los supervivientes aseguraron que habían lanzado otros cadáveres antes de ser encontrados.

Once de los que llegaron con vida tuvieron que ser ingresados por su delicado estado de salud. Cuatro fueron trasladados en helicóptero a Tenerife, dos permanecen ingresados en el Hospital Universitario de Canarias, en La Laguna, y otros dos en Hospital Universitario de Nuestra Señora de La Candelaria, en Santa Cruz. Otros seis fueron trasladados al Hospital de San Sebastián de La Gomera y uno sigue en el Centro de Salud de Playa Santiago.

El cayuco arribó el viernes a las costas de La Gomera pasado el mediodía, después de que un destacamento de la Guardia Civil esperase a la embarcación en el muelle de Playa Santiago de la isla. Por otra parte, los 33 inmigrantes que pudieron ser rescatados con vida serán repatriados a sus países de procedencia por una orden de expulsión.

Por su parte, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, aseguró ayer que el Gobierno trabaja por una "inmigración ordenada", pero no sin descuidar el combate contra "el hambre y la miseria en el mundo". Por este motivo, explicó que el Ejecutivo de Zapatero pretende "izar la bandera para lograr consensos que posibiliten invertir más en ayuda al desarrollo y frenar esta huida masiva en busca de horizontes de vida". Este empeño debe desarrollarse en un marco de "política, en el seno de la Unión Europea, para garantizar una inmigración ordenada", afirmó.

El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, consideró ayer que las muertes de inmigrantes ocurridas Tenerife y en la costa de Almería es algo "dramático" y "debería de hacer actuar a las autoridades". "Esto es un verdadero drama humano y nos debe hacer reflexionar a todos", afirmó.