Se han hecho cosas positivas y seguimos siendo el motor económico de Galicia.
Vigo se ha sabido definir como ciudad, apostando por el desarrollo industrial y tecnológico.
Algunas cosas han llegado un poco más tarde de los que nos hubiera gustado.
Es la ciudad principal de Galicia y así debe seguir. Hay que seguir adaptándola para que cada vez sea más fácil la conciliación laboral y familiar.