Gonzalo Caballero mantuvo la sonrisa debajo de la mascarilla, pero los resultados obtenidos por el PSdeG-PSOE no daban para alegrías. Con 15 escaños, según los últimos datos al cierre de esta edición, solo uno más que en los pasados comicios en los que tocó fondo con el peor resultado de su historia, y el tercer puesto en el podio, por detrás del BNG, el candidato socialista se aferró a la subida de un punto y medio en el porcentaje de voto (pasó del 17,8 por ciento en las elecciones autonómicas de 2016 a un 19,37 por ciento en los comicios de ayer) para defender que hizo "lo mejor que podía hacer". Aún así, reconoció que los resultados fueron "insatisfactorios" y lo achacó al impacto de la crisis sanitaria del Covid-19. Según explicó, la pandemia supuso una "paralización de la actividad política" que provocó la desmovilización de su electorado. El candidato a la Presidencia de la Xunta y secretario xeral del PSdeG dejó claro que no prevé dimitir: "mi sentido de la responsabilidad es seguir liderando el partido".

"Cumplimos dignamente, con responsabilidad, con honradez y desde luego con mucha dedicación", defendió el líder socialista. Caballero puso en valor que en las pasadas elecciones municipales y generales obtuvieron el "mejor resultado de la historia" y se marcó otros cuatro años para dar el salto a la Xunta. "No es sencillo en la primera ocasión llegar y besar el santo", justificó. Y señaló que tanto Alberto Núñez Feijóo como Ana Pontón llevan ya 16 años en el Parlamento de Galicia.

Además explicó que quedaron a pocos votos de conseguir un escaño más en Lugo (1.000) y a 4.000 papeletas de conseguir el quinto diputado en A Coruña. Y, de hecho, se estuvieron disputando un acta con el PP hasta el último momento en Pontevedra. A última hora el escaño caía del lado de los socialistas, lo que le permite sumar dos diputados más en esta provincia, su mejor resultado de Galicia.

En su intervención, rodeado del núcleo duro de su partido, Caballero dejó claro desde el principio que estas elecciones estuvieron marcadas por "una complejidad especial" al desarrollarse en un contexto de pandemia. "En marzo del año pasado había una línea potente, una gran movilización, pero llegó la crisis sanitaria, hubo que hacerlo todo en un plazo de tiempo más corto y no hubo el mismo nivel de activación que existía en marzo de 2019", justificó.

Como ejemplo explicó que, por el brote de A Mariña, su cabeza de cartel por Lugo, Patricia Otero, se tuvo que confinar en casa y no pudo hacer campaña.

El líder socialista también advirtió que la participación electoral fue "menor y de las más bajas de la historia de Galicia", aunque aclaró que, aún así, teniendo en cuenta la pandemia de coronavirus podría haber sido peor. "Hay un resultado electoral claro y legítimo", señaló. Tan pronto se vislumbró el nuevo escenario político, Caballero llamó por teléfono a Alberto Núñez Feijóo para felicitarlo.

Por su parte, el candidato socialista se comprometió a hacer una "oposición responsable y digna". "A eso me debo", subrayó.

Menos siglas y más perfil personal del candidato

Menos siglas y más perfil personal del candidato

Además de la pandemia de coronavirus que, en opinión de Gonzalo Caballero, "desactivó" a su electorado, el líder del PSdeG apuntó otro fallo que pudieron haber cometido en campaña. Admitió que le aconsejaron que pusiera "más en valor el candidato y su perfil personal más allá de las cuestiones ideológicas y programáticas", curiosamente la misma estrategia que desarrolló Alberto Núñez Feijóo en campaña, a quien desde la oposición atacaron por esconder las siglas del PP.

Caballero contrapuso el perfil de Alberto Núñez Feijóo o de Ana Pontón, con muchos años en la vida política, son su perfil más profesional y vinculado a la universidad. Y de ahí que le recomendaran ponerlo más en valor ya que "hay una parte de campaña que depende de eso".

Sin embargo, según explicó, optaron finalmente por "hacer un planteamiento en positivo, con propuestas, con proyecto de gobierno". "Fue lo que articulamos como mejor hoja de ruta, que era dar una respuesta a una crisis muy profunda".

El candidato del PSdeG cree que a partir de ahora habrá que "mejorar para alcanzar un resultado más próspero". "El cambio tendrá que esperar cuatro años", lamentó.

"Tenemos que plantear como mejorar nuestra hoja de ruta", señaló ayer por la noche tras conocerse los resultados electorales.

El líder socialista asume los resultados y se mostró dispuesto a "contribuir desde el Parlamento a que haya una respuesta a la crisis y que nadie se quede atrás".