Como muchos otros emigrantes gallegos, Manuel Carlos Mouriño Atanes volvió de las Américas con una fortuna en el bolsillo. Muy suculenta en su caso. Sin dar mucho que hablar -todos los que le conocen hablan de su carácter discreto y su afán por pasar desapercibido-, hasta su encumbramiento como presidente del Real Club Celta de Vigo tras comprar por cuatro millones de euros todas las acciones del hasta entonces máximo responsable del equipo, Horacio Gómez. Llegó el momento de salir en las fotografías. Y de darlo a conocer en Galicia. Porque en México tiene fama de sobra.

El nuevo dueño de Molduras del Noroeste tiene un auténtico emporio en México, donde desembarcó en 1984. Propietario de hasta 38 empresas, sus negocios se asientan en tres grandes grupos: Grupo Energético del Sur (GES), con el que controla 27 gasolineras del sur mexicano; Transportes Especializados Ivancar; y una firma de franquicias, con la apertura de establecimientos de grandes cadenas como Burger King.

La otra faceta de Carlos Mouriño en su etapa en México es la política, como responsable de una agrupación de apoyo a Vicente Fox, presidente del país hasta noviembre del pasado año, con el que mantiene una estrecha relación personal.