El naval gallego censura la resolución del Perte: “O aceptan cambios o será un bluf”

En un contexto de máxima competencia, con la subvencionada industria china ya incurriendo en el segmento de cruceros –antes reservado a astilleros europeos– o con una estructural falta de mano de obra especializada, el Perte del naval se presentó como una palanca de transformación para encarar el futuro con más garantías. Disruptivo, enfocado hacia la competitividad. El Gobierno le reservó una dotación superior a los 300 millones de euros por su condición de “sector estratégico” y confió en que estas ayudas tendrían un mayúsculo efecto multiplicador, de ahí que aseguró que movilizaría 1.150 millones de euros de inversión privada. Pero ya se ha conocido la propuesta de resolución provisional y ni en astilleros ni en auxiliares creen que este Perte vaya a colmar tremendas expectativas. “O cambia mucho con las alegaciones o será un bluf. Esto no va a suponer un cambio para la industria de construcción naval”, reprueba el director de una de las principales proveedoras de Vigo y con clientes en los mayores grupos del mundo. De la dotación inicial, el Ministerio de Industria ha validado de inicio dos proyectos tractores, que recibirán 56,2 millones de euros públicos.

El número 1 es el que estará capitaneado con Navantia. Las bases establecen que, pese a incluir a más de medio centenar de empresas, solo el astillero público podrá ser interlocutor con la administración. Dentro de esta candidatura –bautizada como Inncodis, de Desarrollo de un ecosistema industrial innovador para un sector naval competitivo, diversificado y sostenible– están los grandes constructores gallegos, como confirmaron fuentes del sector. De modo que firmas como Construcciones Navales Paulino Freire (Freire Shipyard) o Armón sí participarán del Perte, aunque en calidad de “colaboradores” y “con pequeñas inversiones en las instalaciones”, abundan las mismas fuentes. El proyecto Inncodis recibirá 48,5 millones de euros, de los más de 100 a los que aspiraba en subvenciones. Navantia no ha desvelado todavía qué nivel de capilaridad tendrá su propuesta en el sector, fundamentalmente conformado por pequeñas empresas.

En el apartado de solicitudes desestimadas está la pilotada por el Centro Tecnológico de los Astilleros Medianos y Pequeños (Soermar), denominado Tecnaval 2025 y en el que habían depositado su confianza buena parte del sector gallego. En él se integraba la Asociación Clúster del Naval Gallego (Aclunaga), además de la patronal metalúrgica Asime con una extensa participación de pymes de la comunidad.La iniciativa de Aclunaga contaba con un presupuesto de 18 millones de euros, indicaron fuentes de la asociación. Siendo el capital humano uno de los grandes retos que encara todo el ecosistema empresarial del naval, precisamente el clúster que dirige Óscar Gómez critica este aspecto del Perte. “Era preciso enviar un plan de formación transversal pero no financiado con fondos públicos, como sí sucede con otros Perte”. Directivos de otras empresas lamentan además la rigidez de los plazos, que también se ha modificado en el caso del Perte VEC (vehículo eléctrico y conectado). “Es imposible desarrollarlo todo en dos años y podían haberlo alargado a cuatro”.

Las reuniones para formular alegaciones se sucederán durante toda la semana, aunque hay empresas que incluso manifiestan sus dudas acerca de presentarlas. “No sé si servirá de algo”. Entre las opciones que pueden estar sobre la mesa es una segunda vuelta en la convocatoria, como sucedió con el del coche eléctrico, que tampoco satisfizo a casi nadie en la industria de automoción en su primera vuelta. “Dudo que lo vayan a ampliar, pero lo cierto es que así no servirá para nada tampoco”.

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