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La Universidad de Vigo y Navantia diseñan el “sistema nervioso” del buque 4.0

El SSI, que se instalará en las fragatas F110 de la Armada, aporta servicios de comunicación y control en tiempo real a través de la red de luminarias

El director de I+D+i de Navantia, Carlos Blanco, y el catedrático de la UVigo Fernando Obelleiro. | // A. VILLAR

La Universidad de Vigo y Navantia han diseñado el “sistema nervioso” del buque 4.0, una infraestructura digital, segura e inteligente que se apoya en la red de luminarias de la embarcación y que aporta más de 10.000 sensores distribuidos por todos los espacios para ofrecer funcionalidades y servicios relacionados con el alumbrado, la telefonía o la transmisión de órdenes y alarmas a través de altavoces integrados, el registro de imágenes en tiempo real o el reconocimiento biométrico del personal de a bordo.

El Sistema de Servicios Integrados (SSI), en el que también han participado investigadores de la Universidad de A Coruña y de su unidad mixta con Navantia, fue presentado ayer por el director de I+D+i de la empresa pública, Carlos Blanco, y Fernando Obelleiro, catedrático de Teoría de la Señal de la UVigo, en las instalaciones del Parque Tecnológico y Logístico de Valladares. Allí han reproducido “un entorno tan hostil desde el punto de vista electromagnético” como es un buque casi 100% metálico para poner a punto una infraestructura que se integrará en las fragatas F110 de la Armada y que ya ha sido testada en buques reales como el Patiño.

Elementos que integran el sistema. ALBA VILLAR

“Es un sistema nervioso. Permite saber dónde está cada persona y cómo está todo dentro del buque en tiempo real. Cubre las necesidades del buque 4.0”, subrayó Obelleiro.

El proyecto nació en 2014 con el objetivo de reducir los kilómetros de cableado que recorren los buques y convertir las luminarias en el núcleo de todos los servicios, pero acabó dando prioridad a la integración de funcionalidades, tanto las que ya existían, aunque ahora mejoradas, como otras nuevas y todas las que se puedan integrar en el futuro.

“Encaja perfectamente con el desarrollo del gemelo digital en tiempo real y el despliegue de internet de las cosas en el mundo de la defensa. Cambia por completo el paradigma del funcionamiento de los buques”, destacó Blanco.

Dispositivos de identificación para la tripulación. | // ALBA VILLAR

El SSI, patentado por Navantia y las dos universidades gallegas, ya ha completado la etapa de viabilidad industrial bajo los estrictos estándares de la Armada. Está construido con altos niveles de resiliencia y tiene capacidad para seguir funcionando bajo el agua. Y además sus responsables han tenido muy en cuenta la ciberseguridad, para que no genere ninguna vulnerabilidad al barco y además pueda monitorizar posibles ataques.

Otro de los avances que aporta este novedoso sistema está relacionado con el mantenimiento, ya que todos los elementos han sido fabricados mediante impresión 3D.

Una de las luminarias instalada en el laboratorio que reproduce el interior de un barco. Alba Villar

El sistema se basa en una red de nodos para los espacios interiores y exteriores –luminarias y altavoces–, así como en una serie de elementos auxiliares que permiten integrar a la tripulación. Se han diseñado tarjetas y relojes para la identificación de cada una de las personas que se encuentran a bordo, interruptores sin cables ni baterías y terminales para los usuarios, además de estaciones de llamada y alarmas. Y han dotado al sistema de una importante capacidad computacional, con la posibilidad de incrementarla mediante edge-computing, para poder manejar este enorme caudal de información.

“Es una red de altísima capacidad para conectar todo con todo. Esta capacidad de conocimiento de lo que ocurre en el buque es su valor añadido. Se trata de ayudar a la Armada a llevar a cabo sus misiones de la forma más eficiente. Es un salto cualitativo. No hay nada con esta flexibilidad y nivel de control”, añadió Carlos Blanco.

Camarotes del laboratorio. Alba Villar

Los responsables del proyecto realizaron una breve demostración de las utilidades de esta “red de neuronas”. Además de variar la intensidad de la iluminación, a través de los altavoces y cámaras de las lámparas es posible buscar y contactar con cualquier miembro de la tripulación, enviar órdenes generales, o identificar personas con reconocimiento facial.

Según explicó Bruno Seoane, director técnico del proyecto, será la Armada la que deba establecer los protocolos de uso en cada uno de los espacios del barco y el nivel de acceso de cada usuario a las diferentes funcionalidades.

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