“Aprovecharemos el Perte hasta donde sea posible, aceptando nuestro papel tractor e integrando a los proveedores interesados y en condiciones de concurrir, pero desde ya queremos dejar claro que es imperativo explorar otras vías de ayuda pública”. Stellantis aprovechó ayer la clausura de la asamblea general del clúster del automóvil (Ceaga) para reclamar más apoyo a las administraciones ante un Perte que “ayudará” pero que, a juicio de la multinacional que pilota Carlos Tavares (con tres fábricas y más de 16.000 empleos directos en España), “se queda corto”.
El director del centro de Vigo, Ignacio Bueno, argumentó ante los directivos de más de un centenar de empresas que las intensidades de la ayuda “están por debajo de lo necesario”, los requisitos son “bastante restrictivos” y los plazos, tanto en la emisión de proyectos como en la limitación de las inversiones a junio de 2025, “dejan fuera gran parte de las acciones necesarias en esta década”. Al cierre de la asamblea acudió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que llamó a velar por la fortaleza de la automoción gallega con bajadas de impuestos en los hidrocarburos y con medidas para actuar ante el desabastecimiento industrial.
Alto, claro, contundente y en línea con las declaraciones de Tavares, muy crítico con la política industrial del Gobierno de Pedro Sánchez, Bueno señaló que las administraciones tienen que ser conscientes de la “profunda transformación que afrontamos en gran medida acelerada por decisiones políticas muy exigentes en materia de descarbonización que quizá no han medido bien las consecuencias”. El Perte “ayudará”, reconoció el director de Balaídos, “pero tal y como está definido se queda corto para ser la herramienta en la que sustentar la transformación de nuestro futuro como sector”.
El responsable de Stellantis Vigo recordó que Europa está apostando por los proyectos de interés comunitario a través de los cuales se están asignando “intensidades de ayuda muy relevantes” a iniciativas asociadas a la fabricación de baterías y de semiconductores, y en las que “las casas matrices de las empresas líderes en estos sectores hasta el momento no han dado prioridad a las inversiones en España”.
Ante esta situación, Bueno considera la colaboración público-privada la única salida posible. De nada valen, advirtió, los excelentes resultados cosechados por el sector el año pasado pese a que se perdieron más de 100.000 coches por la falta de microchips, cuando se batieron los récords históricos de facturación (11.200 millones de euros) y exportaciones. “No es garantía de éxito futuro”, insistió.
El presidente de Ceaga y director general de Denso, Roberto Cavallo, coincidía en el diagnóstico de Stellantis y recalcó que el sector se enfrenta este año, otro más, a una tormenta perfecta por la escasez de semiconductores, la invasión de Ucrania, el alza de los carburantes y las materias primas, la huelga del transporte o la reforma laboral. “Somos parte de una cadena de valor que hay que proteger, hoy más que nunca”, afirmó. Y ante los retos de futuro a los que se enfrentará el sector, Cavallo conjuró a las empresas a reunirse en los próximos meses para elaborar un nuevo plan estratégico que determine “nuestra hoja de ruta para los siguientes años y recoja temas clave para nosotros como la nueva movilidad, la sostenibilidad y la transformación digital”.
Feijóo recogió el guante de Bueno –“Contamos con que la Xunta, como ha hecho hasta la fecha, sepa encontrar mecanismos complementarios [...] para seguir anclando a la industria del automóvil en Galicia”, dijo el directivo de Stellantis– y reclamó una mayor agilidad en la gestión de los fondos Next Generation, “una oportunidad que va ganando magnitud a medida que la economía se deteriora”. El todavía presidente autonómico recordó que Galicia “hizo los deberes” con el proyecto AutoÁncora y con la puesta en marcha de una oficina técnica para dar soporte y desarrollar de forma precisa todas las actuaciones planteadas por las empresas.
Caballero defiende que el plan permitirá transformar Balaídos
Una “magnífica noticia”. El alcalde celebró ayer el cambio en las bases del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado para que Stellantis pueda acceder a financiación para transformar la planta. “Llevamos mucho tiempo hablando con el Gobierno para que las bases reguladoras del Perte se adapten a las necesidades de las empresas”, explicó.
En concreto, el punto clave que se ha adaptado a requerimientos del sector con el apoyo del Concello y la Zona Franca es el 8.3 B, que alude a la edificación de naves y equipamientos no vinculados con el proceso productivo: “No se contemplaba inicialmente y es un punto de anclaje importantísimo del Perte del automóvil en Vigo”. Caballero aseguró que la insistencia del Ayuntamiento y la Zona Franca fueron determinantes para que el Ministerio modificase las bases, y recordó que en la conferencia de presidentes autonómicos fue él quien trasladó esta urgencia y la del Perte del naval a Sánchez.
La Xunta, en cambio, asegura que Caballero no tuvo ningún papel en ambos Perte.
