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Una proveedora lusa de automoción busca “voluntarios” en Vigo por falta de personal

Akwel, con planta en Vigo, ofrece el transporte, comida y un extra

Exterior de las instalaciones de Akwel en Vigo. | // AKWEL

Dos días antes de las elecciones legislativas, Portugal tenía más de un millón de personas en aislamiento preventivo por COVID. Es un escenario que ha tensado al extremo los problemas en sectores como el metalúrgico, la construcción, la hostelería, la confección o el automóvil. Una casuística nueva que se suma a la ingente falta de mano de obra que existe en todo el país; solo en las actividades vinculadas al turismo o la construcción, como publicó FARO esta semana, la patronal estima que se necesitan 165.000 trabajadores. “Los gerentes están pagando horas extras y haciendo todo lo posible para evitar interrupciones que impacten seriamente la producción”, lamentó el presidente de la Confederação Empresarial de Portugal (CIP), António Saravia, al portal luso ECO. Esta última es la opción por la que ha optado una de las principales proveedoras de componentes del auto, Akwel (antes MGI Coutier), que busca “voluntarios” en Vigo para su factoría de Paredes de Coura. El objetivo, tratar de mantener las cadencias en su producción ante el aluvión de bajas y el incremento de la demanda. La compañía, especializada en transformación plástica –mecanismos para cierre de maleteros, mandos de apertura de puertas o cajas de batería– corre el riesgo de sufrir una ruptura en su cadena de suministro a los clientes.

Según pudo saber FARO en fuentes sindicales, la dirección de Akwel ha peinado entre sus trabajadores de Camiño do Caramuxo (en torno a 380 personas) en busca de operarios que se trasladen de forma voluntaria y temporal a la planta portuguesa. La proveedora ha ofrecido el pago de salarios al mismo importe que devenga en Vigo, notablemente superiores a los que se pagan, de media, al otro lado de la raia. De acuerdo a los datos de la Comissão de Coordenação e Desenvolvimento Regional do Norte (CCDR-N), los trabajadores de la industria manufacturera cobran al mes 851 euros líquidos, frente a los 1.579 que la Agencia Tributaria atribuye a los gallegos.

La ex MGI Coutier ha planteado asimismo asumir el kilometraje para aquellos que optasen por desplazarse en sus propios vehículos (media una hora escasa en coche hasta Paredes de Coura) o, en su caso, un traslado en autobús a cargo de la empresa. También sufragaría la comida y un extra que todavía no ha sido cuantificado, según las mismas fuentes. El riesgo que afronta Akwel, de capital francés, es el de no poder cumplir con las encomiendas de sus clientes, entre los que figuran marcas como Stellantis, Renault, Ford, Nissan, General Motors, Toyota o Seat.

“La falta de mano de obra es un desastre con enormes implicaciones para el funcionamiento de las empresas, porque se ven obligadas a parar, incumpliendo los plazos de los pedidos”, lamentó el presidente de la Associação Têxtil e Vestuário de Portugal (ATP), Mário Jorge Machado, al portal luso ECO. A su juicio, Lisboa debería seguir los pasos abruptos de Dinamarca, sin confinamientos preventivos: “Los que están enfermos que se queden en casa, pero los que gozan de buena salud que puedan hacer una vida normal”. El problema estructural de falta de mano de obra de Portugal, más allá del COVID, requerirá de otro tipo de medidas.

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