El BNG y el comité de empresa de la extinta Vulcano insistieron en urgir una solución para que pueda venderse el astillero y mantener la actividad, y alertaron de que, si se sigue retrasando la operación, seguirá aumentando el coste de mantener las instalaciones abiertas, lo que podría derivar en una venta "por trozos". El que fuera presidente del comité, Nicolás Sangabriel, recordó que los trabajadores se encuentran en una situación "muy desesperada" porque ya han agotado sus prestaciones y sigue sin despejarse el futuro de las instalaciones. Según recordó, la Xunta "aseguró que, si aparecía un proyecto viable, esto sería coser y cantar".