Giro inesperado en las negociaciones pesqueras por el Brexit. Pese a que la situación de los territorios de ultramar de Reino Unido no había estado sobre la mesa, la casuística de Malvinas, capital para Vigo por las capturas que allí se realizan de calamar ( Loligo), ha asaltado la mesa en la que se dirime la futura relación entre Londres y Bruselas. El Gobierno del archipiélago, en sintonía con la asociación de armadores local, la Fifca, presiona para que las capturas que se realizan en sus aguas y que llegan a la Unión Europea principalmente a través del puerto olívico -en un 90%- lo hagan sin arancel. Una postura que, según adelantó el Financial Times y pudo confirmar ayer FARO, ha sido adoptado y reclamado ya por la parte británica en las negociaciones. Para la Alianza Pesquera Europea (EUFA), esto "llama poderosamente la atención", ya que supondría mantener un statu quo que desde el Gobierno de Boris Johnson persisten en descartar para las aguas y cuotas que comparte con la UE, como Gran Sol.
La principal captura que se realiza en Malvinas es el calamar, en cuyas campañas la flota de capital vigués es la principal protagonista. Solo en la primera de las dos que se realizan cada año los 16 buques con licencia alcanzaron las 29.300 toneladas, una cifra que se sitúa dentro de la "normalidad", aunque supuso una rebaja de cerca del 40% frente a los datos logrados en el mismo período del año pasado.
Esta especie es clave tanto para abastecer la demanda finalista en Galicia como a la industria transformadora presente en la comunidad, de ahí que la votación en el referéndum del Brexit pusiera de los nervios a armadores y empresas. No tanto por perder el acceso a aguas, ya que Malvinas es soberana en términos pesqueros y tiene una magnífica relación con la flota gallega, sino por los posibles aranceles que se podrían aplicar. Y es que, de no alcanzarse un acuerdo comercial entre Londres y Bruselas, supondría que el calamar tendría un arancel del 6% y otros productos pesqueros de hasta el 18%.
Para llegar a ese futuro acuerdo primero debe darse otro en materia pesquera, centrado en el acceso a aguas y mercado. Algo que, hasta el momento, está más que atascado tras varias rondas de negociación. Se superará ya la fecha prevista del 30 de junio dados los nulos avances. Desde el sector se vaticina, no sin optimismo, que un primer pacto podría llegar antes de octubre. Pero en Malvinas el Gobierno y la industria se impacientan ante la falta de movimientos y tras haber advertido del daño que les podría hacer un mal acuerdo. No en vano, las exportaciones pesqueras suponen el 40% de su PIB.
Por ello, y según ha podido saber este periódico, la Fifca y los responsables pesqueros de Malvinas contactaron tanto con el Gobierno gallego como el español para reforzar su postura en las negociaciones, incluyendo en la ecuación al representante del archipiélago en el Reino Unido, Richard Hyslop. Un lobby en el que Vigo y su flota de grandes arrastreros socia de los miembros de la Fifca tiene mucho que decir.
Propuesta
Como recoge el medio británico que avanzó la postura de Londres, Reino Unido ha propuesto un arancel cero para el calamar Loligo como parte de la futura relación económica con la UE, por lo que al parecer la presión malvina surtió efecto. "A mí y a EUFA nos parece positivo, ya que es lo más cercano a un statu quo desde el lado británico, que es lo que pedimos nosotros", resume Iván López, miembro español en la EUFA, preguntado por la situación.
El Financial Times, citando fuentes comunitarias y destacando la importancia de la especie y su entrada a través de Vigo, recoge que desde Londres se argumenta que la cuestión malvina es de interés para ambas partes, pero desde Bruselas se insistió en la clave que apuntan desde EUFA, que si se busca un statu quo para el archipiélago también debería aplicarse a otras zonas como, por ejemplo, Gran Sol.
Para el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Javier Touza, "es determinante conseguir acuerdos a nivel comercial". El también armador con buques en Malvinas, explica que desde las islas "existe preocupación en las islas sobre cómo quedarán las negociaciones". "Nosotros entendemos que debe primar la racionalidad y el mantenimiento del statu quo; tenemos motivo para la esperanza", sentencia Touza.
