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Los registradores gallegos disparan los justificantes para moratorias hipotecarias

La paralización de plazos frena de momento los concursos - Las consultas de solvencia de las empresas se duplican desde abril por el clima de desconfianza y las líneas ICO

En las oficinas de los registradores se va dibujando la fotografía de la crisis provocada por la pandemia. Por las manos del colectivo pasan datos tan relevantes para medir la magnitud del impacto como la creación de empresas, la compraventa de viviendas o los concursos de acreedores. En todos esos procesos y otros muchos más, al colectivo le corresponde acreditar la legalidad de la documentación necesaria para las escrituras públicas. Los registros de la Propiedad, los Mercantiles y de Bienes Inmuebles son, por eso, servicio esencial desde el minuto uno de la emergencia en España. ¿Y qué están notando? "No tenemos la estadística cerrada, pero por mi propia experiencia y lo que hablo con el resto de compañeros, la actividad cayó alrededor de un 75%", asegura Hermes Rego, decano del Colegio de Registradores de Galicia. Con economía bajo mínimos durante buena parte de los dos meses que van desde la explosión del Covid-19, la dinámica cotidiana de los registros de la comunidad ha dado un giro de 180 grados. Lo habitual es anecdótico y las operaciones más escasas son ahora mucho más frecuentes. Los justificantes sobre las propiedades a nombre de particulares se están disparando, la mayoría, según Rego, para poder solicitar las moratorias en el pago de hipotecas y evitar el desahucio en un alquiler previstas en la batería de medidas sociales del Gobierno.

"Hemos estado facilitando muchísimas -apunta el máximo responsable del colectivo en Galicia-. En mi oficina, por ejemplo, en un mes normal a lo mejor se hacían 10 o 12 y en abril realizamos 132". La expedición se multiplicó por 11.

Hay varios tipos de documentos para reflejar la situación de una propiedad. Las llamadas notas simples incluyen quién es el dueño y si constan cargas, como un crédito. A ellas se recurre para cerrar una compraventa o firmar una hipoteca. "Ya experimentan una caída fuerte -afirma Hermes Rego-, aunque no tanto como otra documentación". Entran en el 25% de la actividad que aún se mantiene, especialmente por las operaciones pendientes desde antes del inicio de la crisis, aunque los registradores notan que una parte "se está cancelando". Las notas de índice son más escuetas, simplemente reflejan en qué lugar alguien posee un inmueble y "pueden indicar ya que no hay nada inscrito". "Estas notas son indispensables para demostrar la situación de vulnerabilidad económica y acceder a las ayudas", indica Rego, que recuerda que son "totalmente gratuitas".

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Como está sucediendo con el paro y la afiliación a la Seguridad Social, las cifras oficiales de actividad mercantil que se van conociendo evidencian el fortísimo golpe de la hibernación de la economía y las restricciones impuestas para frenar la expansión del virus. En marzo, según los registradores, se formalizaron 308 empresas en Galicia, lo que supone un descenso de casi el 23% en comparación con el mismo mes de 2019. La caída en el conjunto del Estado roza el 30%, hasta un total de 6.726 sociedades, con un descenso también de las ampliación de capital del 25%. "Hay un dato curioso: en Galicia solo bajaron las ampliaciones un 5%, pero es posiblemente por alguna operación puntual ya cerrada de antes", señala Hermes Rego. Del horno acaban de salir también los primeros números sobre concursos de acreedores. Las declaraciones inscritas en la comunidad coincidiendo con las primeras semanas de la emergencia alcanzaron las 22, un 8,3% menos que en marzo del pasado ejercicio. La reducción estatal fue del 19%,hasta los 277. Pero tanto las variables de constitución de empresas como los concursos hay que cogerlos de momento con pinzas. "Ahí solo se ve una quincena de la crisis y hay que tener en cuenta que los plazos están paralizados", subraya el decano del colegio en Galicia. "La realidad será más dramática, sobre todo entre las pequeñas y medianas empresas", asegura.

Lo que sí es muy, muy significativo es el abultado número de consultas al Registro Público Concursal. "En los últimos 12 días se abril fueron 178.700 búsquedas, bastante más del doble que las 81.700 de esos mismos días del año pasado", indica. El volumen de usuarios se elevó un 157%, alrededor de 39.000. También tiene una explicación lógica. Está, por un lado, la obligación de comprobar la situación de una empresa si solicita alguna de las líneas de financiación y liquidez habilitadas por el Gobierno a cargo del Instituto de Crédito Oficial (ICO) -no pueden acceder las compañías que arrastraban de antes un concurso- y "por el clima de desconfianza, lógico en estos momentos, para alguien que busca contratar a otra empresa y quiere analizar su solvencia antes de hacerlo".

Hermes Rego - Decano del Colegio de Registradores de Galicia

De la necesidad, ese obligado distanciamiento social, los registradores han sacado la virtud de subirse a la locomotora de los medios telemáticos en una actividad donde hasta hace muy poco predominaba el presencialismo. "Es una de las pocas cosas buenas de esto", admite el decano en Galicia del colectivo, que acaba de lanzar una renovada web, adaptable incluso a personas con algún tipo de discapacidad, y un servicio de mensajería para particulares con las incidencias en sus propiedades. "Gratuito", remarca Hermes Rego, en un intento de frenar las malas formas de algunas plataformas en internet aprovechando la situación.

-¿Cómo cambió la rutina de los registradores con la alarma?

-Básicamente lo que atendimos fue a gestorías y servicio de mensajería. Nos ha servido para avanzar mucho en el teletrabajo. Ya teníamos ese canal abierto, pero la verdad es que eran muy pocos empleados, apenas dos centenares. En solo una semana los servicios informáticos facilitaron que aumentaran a 2.000 y ahora son ya 4.300 en España de los 20.000.

-Es un sector muy caracterizado por el servicio físico.

-Los trámites telemáticos están abiertos desde hace muchos años, pero prácticamente lo monopolizan las notarías y administraciones como la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Será uno de los cambios que probablemente se producirán a partir de ahora.

-¿Qué medidas se tomaron?

-En Galicia hemos tenido 0 contagios. Es cierto que siempre hay un poco del factor suerte, pero hemos tomado medidas como dejar a la mitad de la plantilla trabajando desde casa y a la otra mitad en las oficinas, donde se han instalado mamparas, pensando ya en que a partir de ahora es posible que aumenten las visitas.

-¿Cómo es posible que haya anuncios en internet de gestión de documentos con tarifas por servicios que son incluso gratuitos?

-Es una lucha que arrastramos desde hace tiempo. Como en cualquier actividad de la vida, hay gente que intenta sacar provecho a costa de personas con medios limitados o que carece de la información necesaria. Peleamos por aparecer primeros en los buscadores, pero no lo hemos conseguido.

-¿Hasta hay un problema de posicionamiento en los buscadores?

-Sí, sí. De hecho, ha venido gente a las oficinas después y se sorprende de que las notas de índice, por ejemplo, sean gratis. "Mire usted quién le ha cobrado, porque nosotros no". Hemos optado por una solución de andar por casa haciendo constar en el papel que es gratuito. Pero nos pasa con frecuencia, incluso con las notas normales que se obtienen a través de la web del colegio. Cuestan 9 euros. Si lo buscas en internet, lo primero que sale son ofertas de 20 y 25 euros. Gente que se aprovecha de esto.

-¿Tardará en recuperarse el mercado inmobiliario?

-Es una pregunta complicada.

-Sí. Ni hay unanimidad en si afectará a los precios.

-En mi opinión, será una recuperación lenta. Ahora saldrán las operaciones previstas de antes, pero luego tardará la actividad porque es un reflejo de la actividad económica. Cuando no tienes seguridad con el empleo, no se da una situación propicia para el mercado inmobiliario. Pero también es cierto que esta crisis es muy diferente. Se pasó de una situación razonablemente buena a nada.

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