La Comisión Europea (CE) propone suavizar la supervisión de los países que soliciten un crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate de la eurozona, de modo que la "troika" no hará visitas sobre el terreno como ocurrió con los rescates durante la crisis financiera.

En una carta remitida al presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, antes de su reunión telemática de esta tarde, el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, aseguran que la CE sería la encargada de supervisar que los países cumplen las condiciones dentro de su proceso habitual de vigilancia presupuestaria, conocido como Semestre Europeo.

La línea de crédito que habilitará el MEDE por la pandemia, con un total de 240.000 millones de euros, permitirá prestar a los países que lo soliciten hasta el 2% de su producto interior bruto (PIB) para financiar gastos sanitarios directos o indirectos ligados a la pandemia, con la única condición de que el dinero se use sólo para esos fines.

Normalmente, la activación de un crédito preventivo del fondo de rescate exige que el Estado beneficiario se someta a una vigilancia reforzada, que en los rescates tradicionales implica las visitas sobre el terreno de los conocidos como "hombres de negro" de la troika, los representantes de la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el MEDE.

Sin embargo, el Ejecutivo comunitario cree que en el caso de la línea de crédito para la pandemia está justificado usar un proceso "simplificado", puesto que ésta se ha creado como consecuencia de una crisis "externa y simétrica", los Estados miembros no experimentan dificultades en sus estabilidad financiera de origen interno, y su alcance y duración son limitados.

"La Comisión Europea no llevará a cabo misiones 'ad hoc' sobre el terreno más allá de las misiones estándar que tienen lugar regularmente dentro del Semestre Europeo", afirma la misiva.

La vigilancia comunitaria y la información que tendrán que proporcionar los países se centrará en probar que los fondos del MEDE para la pandemia "se usan efectivamente para cubrir costes sanitarios directos e indirectos, reflejando la única condicionalidad ligada a esta línea de crédito". Bruselas precisa, además, de que no podrán aplicarse las normas que en los rescates tradicionales permiten que la "troika" exija a los beneficiarios aplicar, a posteriori, un programa de ajuste macroeconómico.