Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Xunta agilizará sus ayudas a la industria con mejores anticipos y menos garantías

La apuesta por la "reinvención" del sector con el modelo 4.0 y la transición energética "justa" protagonizan la nueva ronda de acuerdos con sindicatos y CEG en el Diálogo Social

De izq. a dcha., la secretaria xeral de Emprego, Covadonga Toca; José Antonio Gómez (UGT); el conselleiro Francisco Conde; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; Antonio Fontenla (CEG); y Ramón Sarmiento (CC OO). // Xoán Álvarez

Los cinco años transcurridos desde la anterior ronda de acuerdos entre Xunta, sindicatos y patronal bajo el paraguas del Diálogo Social dejan una Galicia mucho más fuerte que aquella recién salida entonces de la doble recesión, pero no lo suficiente como para ahuyentar el fantasma de viejos males crónicos que amenazan el futuro de la economía regional. De ahí que una parte importante de las medidas rubricadas ayer entre los agentes sociales de la comunidad vuelva a tener presente a colectivos que ya en 2015 fueron protagonistas, el caso de los parados mayores de 45 años; y la eterna asignatura pendiente de la reindustrialización, en un momento de especial dificultad para las actividades del sector más expuestas a los costes energéticos y los combustibles con fecha de caducidad. La "sostenibilidad" es una de las dos grandes patas del pacto, pensando en dar un impulso para conseguir "la transformación tecnológica de la industria gallega", junto con la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el mercado laboral. Son casi una treintena de acciones concretas que figuran en el documento sellado en el salón noble del Pazo de Raxoi con su correspondiente presupuesto. En total, 51,6 millones de euros.

La inmensa mayoría, unos 44,4 millones de euros, van destinados a "reinventar" el tejido industrial gallego. El punto de partida es la Agenda Industria 4.0 para lograr un sector "competitivo en el economía global" y apoyado en "un capital humano capaz de anticiparse a los cambios y gestionar las ventajas de las nuevas tecnologías". Ante los riesgos de que el salto a la industria inteligente machaque a una parte de los ocupados por la falta de capacitación, la administración autonómica elaborará un "diagnóstico" compartido sobre transformación tecnológica y empleo con CCOO y UGT -la CIG, como había anunciado, se desmarca del acuerdo- y la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).

A la vista de la penalización que la economía regional está pagando en este año de desaceleración en la UE por la excesiva concentración del negocio exterior en el mercado comunitario -hasta septiembre las exportaciones descendieron un 6,1%-, los apoyos a la internacionalización de las pymes tendrán en cuenta el desembarco "más allá de la UE".

Dentro de la formación, los agentes sociales inciden de nuevo en la necesidad de "adaptar los contenidos a la realidad y la necesidad de la industria". "Haciendo hincapié -señalan- en la adecuada formación del profesorado". Incluido un plan específico para ellos, con el desarrollo de acciones "a todos los niveles educativos" para "incrementar el peso de los profesionales en ámbitos como la ingeniería, el trabajo matemático o la computación" y acabar así con el déficit de profesionales de las llamadas disciplinas STEM.

En materia de financiación está uno de los principales envites de la Xunta, dispuesta a "revisar el sistema de ayudas e incentivos" para acelerar la inversión privada en innovación. El documento con las medidas pactadas no esconde que existe "un amplio margen" para "flexibilizar y simplificar" los respaldos públicos "para que sean verdaderamente útiles y atractivos" para las compañías. ¿Cómo? Flexibilizando los criterios de solicitud, haciendo más sencilla la tramitación y más cortos el tiempo de espera de autorización y de los pagos, con baremos estándar de los costes "en la medida de lo posible" para facilitar la justificación de la subvención e, incluso, menos garantías y mejores anticipos. Entre ayudas a la digitalización, apoyos financieros a la implantación del modelo 4.0 y premios a los mejores proyectos, la Xunta prevé movilizar el año que viene 29,65 millones de euros.

Con los cierres de Meirama y As Pontes como telón de fondo, el Diálogo Social de Galicia se mete de lleno en la lucha por una "transición energética justa". Y las tres partes harán una hoja de ruta propia para la comunidad con la vista puesta en los fondos que habilitará Bruselas en su nuevo marco presupuestario 2021-2027. Ese análisis incluirá un mapa con el potencial energético por zonas y las nuevas capacidades de empleo que ofrezcan las nuevas fuentes renovables y la economía circular, sobre todo en las áreas "más afectadas" por la descarbonización, que contarán con su propia "estrategia". Para lograr la autosuficiencias energética de las explotaciones ganaderas se investigará la viabilidad del gas renovable procedente de residuos.

"Es un frente común, no en contra de nadie, sino a favor de los trabajadores de Galicia que en estos momentos ven en discusión unos empleos que hace unos meses eran rentables", defendió ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la firma. Ramón Sarmiento, secretario xeral de CCOO en Galicia, avanza que la central "será exigente y contundente con el seguimiento y la ejecución del presupuesto". "La recuperación no llegó a todas las personas y hay que afrontar los problemas de la industria", apeló José Antonio Gómez, máximo responsable de UGT en la comunidad. El acuerdo es un punto y seguido para la CEG, según Antonio Fontenla, representante de la Junta de Vicepresidentes, que admite que queda una "dura tarea para poner en marcha las medidas" y "analizar su eficacia".

Compartir el artículo

stats