La Xunta es un cliente más del suministro de electricidad en Galicia, aunque, evidentemente, su consumo tiene que poco que ver con el de un hogar convencional. Superó los 264 gigavatios hora el pasado año. ¿Cuánto de mucho es? Pues concentra el 1,3% de toda la demanda regional, algo así como el doble del sector hostelero en la provincia de Pontevedra. Al margen de las nóminas, hay pocos gastos corrientes de semejante envergadura para la administración, que, también al igual que el resto de consumidores, sufre cuando los precios se disparan. Pero menos. La inmensa mayoría de las instalaciones vinculadas al Ejecutivo regional se agrupan en Redexga para centralizar el encargo del abastecimiento de la luz y otros combustibles. En el caso de la electricidad, son cerca de 1.800 centros. Con el actual contrato caducado desde el pasado 10 de octubre, la Consellería de Economía, Emprego e Industria optó esta vez por desmenuzarlo en dos lotes diferentes "con la intención de fomentar el acceso" a "las pequeñas y medianas empresas". "Lo que redundará en el incremento de la concurrencia y la competencia entre los licitadores", justificaba el departamento en su pliego de condiciones, con otra importantísima novedad también: el 100% de la electricidad destinada a la Xunta de aquí a 2021 debería ser 100% renovable, como adelantó ya FARO a principios del mes de agosto.
A la puja, sin embargo, se presentaron cuatro compañías únicamente. Menos incluso que para la anterior, cuando fueron seis. La mesa de contratación acaba de proponer que los dos lotes sean adjudicados a la misma empresa: Naturgy repetirá como suministradora en exclusiva.
El contrato se reparte entre los 56 centro de alta tensión y otras 1.734 instalaciones, presupuestados en 43,8 y 38,8 millones respectivamente. Sumando el IVA, el coste de partida era de 82,6 millones de euros, a los que habría que sumar una cantidad prácticamente similar si se ejecuta la prórroga de dos ejercicios a mayores. Entre eso y la posibilidad de sumar más centros, el valor neto global asciende a 170,8 millones de euros, como consta en la documentación del proceso.
A ambos lotes aspiraban las cuatro concursantes. Que son cuatro de las grandes comercializadoras españolas: Iberdrola, Endesa, Gas Natural y Nexus, esta última menos conocida, pero con suculentos contratos con la administración bajo el brazo (el de la Generalitat de Cataluña y el Principado de Asturias, entre otros). Fue ella la que consiguió mayor puntuación en las dos partes del contrato (100 punto, el máximo) tras una oferta inicial de 20,26 millones para el primer lote y 20,8 millones para el segundo, frente a los 23,5 y 23,9 millones propuestos por Naturgy, la que menor nota sacó.
Pero el concurso incluía una segunda fase de negociación presencial para intentar seguir rebajando las cantidades que cada compañía puso sobre la mesa. Y "la proposición económica más ventajosa" para la administración fue la de Naturgy, que rebajó un 23% sus precios, con 18 millones el primer lote y 18,6 millones el otro. La mesa de contratación ha avalado el informe de la Comisión Técnica Negociadora y ha propuesto la adjudicación a Naturgy, que debe entregar ahora toda la documentación que acredite que puede cumplir, incluido ese suministro de electricidad totalmente renovable.
