La economía mundial entró en una fase de "desaceleración sincronizada" como consecuencia en parte de la paralización del comercio a raíz de las tensiones comerciales, cuyo impacto acumulado en la economía mundial podría suponer la pérdida de 700.000 millones de dólares (637.000 millones de euros) en 2020, según advirtió la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien indicó que un deterioro mayor del previsto de la actividad puede hacer necesaria "una respuesta fiscal coordinada".

En su intervención previa a la reunión anual que el organismo internacional celebrará en Washington durante la próxima semana, Georgieva destacó que actualmente se espera una ralentización del crecimiento en el 90% del mundo, fenómeno para el que ha acuñado la expresión "desaceleración sincronizada" en contraposición al "auge sincronizado" de hace dos años, cuando el 75% de la economía mundial se expandía.

"Esta desaceleración generalizada significa que el crecimiento caerá este año a su tasa más baja desde principios de la década", apuntó la directora del FMI, que dará a conocer la próxima semana sus nuevas perspectivas económicas, anticipando que estas mostrarán revisiones a la baja para 2019 y 2020.

Entre las causas de esta pérdida generalizada de impulso económico, la búlgara ha advertido de que el crecimiento del comercio mundial "prácticamente se ha paralizado" como consecuencia de las tensiones comerciales, lo que ha provocado el deterioro sustancial de las manufacturas y la inversión, con el riesgo de que servicios y consumo también acaben viéndose afectados.