La Sociedad Nuclear Española (SNE) celebra desde ayer y hasta mañana la 45ª reunión anual, para la que ha elegido Vigo. El Auditorio do Mar concentrará la presencia de cerca de un millar de personas, entre profesionales, organizadores y público. Ayer tuvo lugar la inauguración y el presidente, Javier Guerra, defendió la existencia de las centrales por su papel "clave en la lucha contra el cambio climático", por lo que apostó por extender lo máximo posible la vida útil de la siete centrales existentes en el país: "Frenarlas sería un error de cara a la necesaria descarbonización".
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Guerra recordó que en lo que va de año la energía nuclear supuso el 22% del total producido en España y que "es un recurso estratégico" y "una opción de futuro". De hecho, no descarta que en el futuro se pueda llegar a construir una octava planta en el país, aunque indicó que "solo si en el futuro la tecnología nuclear evoluciona y llega a ser competitiva en costes".
Tras su intervención fue el turno del delegado de Naturgy en Galicia, Manuel Fernández Pellicer, que recordó que la firma fue "promotora de la primera central, en Guadalajara" y que el sector "está en la cresta de la ola", en la que, vaticinó, "seguirá muchos años".
El rector de la Universidad de Vigo, Manuel Joaquín Reigosa, mencionó por su parte la necesidad de la colaboración público-privada también entre países "para dar respuesta a la amenaza del cambio climático". Además, mencionó también la importancia de trabajar en la gestión de residuos. En este sentido, el presidente del SNE indicó que es "un tema siempre debatido". Para Guerra, "es más un problema político que técnico".
Por último intervino la concejal de I+D y Dinamización Administrativa, Ana Mª Mejías, que cerró la inauguración apuntando la necesidad de "un modelo energético sostenible y consensuado", para lo que indicó que la Administración "debe facilitar que sea una realidad".