Con Factorías Vulcano han sido nueve los astilleros españoles que echaron la persiana en la última década. Y con Factorías Vulcano son diez las atarazanas que visten -todavía- con grúas y naves parte del skyline de la Ría de Vigo. De Meira a Bouzas, de acero a poliéster. Con tres compañías centenarias (Construcciones Navales Paulino Freire, Hijos de J. Barreras y Factorías Cardama) y un buen ramillete de supervivientes a crisis y reconversiones. El escenario que se abre ahora con la liquidación de la compañía de Teis es complejo, pero evidencia un frente común con una unidad de acción clara: propiciar que las instalaciones de Vulcano preserven su condición de industriales y sigan alumbrando buques, cualquiera que sea el camino por el que opte el administrador concursal y el juez para liquidar los bienes. Xunta de Galicia, Autoridad Portuaria de Vigo, sector privado, patronales y sindicatos han evidenciado que defienden esta estrategia.
| El Puerto. La concesión de los 25.095 metros cuadrados que -parcialmente- ocupa Vulcano en Teis expira el 15 de diciembre de 2027. Y, a priori, ocho años no ofrecen un horizonte que sirva de base a un nuevo proyecto industrial. La Autoridad Portuaria de Vigo no acelerará los trámites para la extinción de la concesión -se produciría de facto con una liquidación simple, con subasta de activos- para permitir que mantenga su carácter industrial. Aún a pesar de que, como manifestó su presidente, Enrique López Veiga, con la falta de espacios portuarios que hay a día de hoy esos terrenos nunca quedarían ociosos. "Tenemos una coordinación directa con la Consellería de Economía, y entendemos desde el Puerto que debe ser la Xunta la que marque la pauta de lo que se pueda y no se pueda hacer", enfatizó ayer el mandatario. Si se opta por la transmisión de la unidad productiva, la concesión sería asumida automáticamente por el nuevo dueño de lo que hoy es Vulcano hasta 2027. Los 6.575 que ocupa el astillero de lámina de agua, también del Puerto, fueron renovados el pasado viernes, pese a que la solicitud de liquidación era ya irreversible.
| Xunta. "No hay ninguna duda de que la Xunta hizo todo lo posible y lo está haciendo para que una industria naval, que fue potentísima en Vigo y que pasó por enormes dificultades, ahora mismo vuelva a tener una segunda vida muy potente y muy competitiva", enfatizó por su parte el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. El precedente positivo lo sienta Factoría Naval de Marín. En este caso se optó por una subasta de los bienes, y las instalaciones fueron adjudicadas a Nodosa por 4,7 millones. El astillero de Marín contaba a cierre del primer trimestre con nueve pedidos en cartera para seis países distintos. La vía de la subasta abre la puerta a la concurrencia de cualquier postor; el Ejecutivo autonómico es partidario de que sea capital gallego quien continúe la trayectoria de construcción naval a los pies del monte de A Guía. El grupo municipal de En Marea de Vigo reclamó ayer a la Xunta que "blinde" el carácter industrial de los terrenos para evitar acciones "especulativas".
| Sector privado. La pérdida de masa crítica es perjudicial para la industria, máxime teniendo en cuenta que la construcción naval se sustenta en procesos de síntesis con un fuerte protagonismo de las auxiliares. El grueso de estas empresas son pymes de pequeño tamaño con escasas opciones de dar el paso a la internacionalización, de modo que la pérdida de un astillero implica pasar una equis sobre un potencial cliente. "Dispone de unas magníficas instalaciones para que la actividad tenga continuidad, teniendo en cuenta, además, que siempre ha tenido personal altamente cualificado, tan demandado en estos momentos de auge del sector naval", resumió el director de la feria Navalia, Javier Arnau. Es una de las voces que apuesta por la "reinvención" de las instalaciones, pero dentro del mismo segmento de actividad que albergaron durante casi cien años (en sus inicios, Talleres La Vulcano estuvo en la calle Canceleiro de Vigo). El secretario general de la patronal metalúrgica Asime, Enrique Mallón, también defiende este planteamiento. "Confiamos en que se consiga un proyecto industrial para el astillero que permita seguir incrementando nuestra actividad naval". Hijos de J. Barreras o West Sea (antigua Estaleiros Navais de Viana do Castelo) son dos de las firmas que, a ojos del sector, están en disposición de ejecutar este anhelo compartido.
| Trabajadores. Antes de la firma de entrega del ferri Villa de Teror se desbloqueó el pago de las nóminas pendientes a los 73 trabajadores de Vulcano, con la extra de junio. Los sindicatos quieren que se garantice la continuidad del proyecto industrial en las instalaciones, incluso con la aplicación un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal en tanto no se materialice el traspaso de la unidad productiva. Sería el décimo cuarto expediente para los trabajadores en poco más de diez años, pero una vía para amarrar el futuro del astillero en torno a la actividad naval. Una parte de la plantilla podría ser sometida a prejubilaciones; el resto, subrogada al potencial beneficiario de las instalaciones dentro del proceso de liquidación.
