Pese a no ser una excepción en la ralentización global, Galicia se mantendrá en crecimientos del 2% tanto este como el próximo año. Un 2,2% y un 2%, respectivamente, según el BBVA Research. Su economista jefe, Antonio Cardoso, matiza que el crecimiento podría finalmente "no ser tan positivo" por el "entorno más incierto" derivado de la guerra comercial entre EE UU y China y la fragmentación política. Aunque la comunidad cuenta, asegura, con "la ventaja competitiva" de tener "estabilidad" en su ejecutivo autonómico y las cuentas aprobadas.

El gabinete de estudios del BBVA recuerda que el principal motor de la economía regional, que cerró 2018 con un crecimiento del PIB del 2,7% -cuatro décimas menos que en 2017-, es la demanda interna y lo vincula tanto a la reapertura del grifo del crédito como al nuevo empleo, que pronostica que seguirá. En lo que queda de este 2019 y en 2020, la comunidad sumará unos 30.300 puestos de trabajo, lo que dejará la tasa de paro en el 10,5%.

Asimismo, la inversión continúa avanzando, ayudada por una política monetaria acomodaticia, que mantiene el coste de financiación en niveles históricamente bajos", señala. En este contexto, el informe observa una aceleración de las importaciones de bienes de capital, y la recuperación del sector de la construcción residencial, donde los visados de vivienda nueva y el empleo siguen aumentando.

El análisis pronostica una recuperación del sector inmobiliario que "debería consolidarse y contribuir al crecimiento en los próximos años". Cardoso subrayó la importancia de aprender de los errores que en el pasado generaron la burbuja inmobiliaria y solicitó una mayor coordinación entre las políticas urbanísticas nacionales, autonómicas y municipales para promover "alquileres asequibles" y "evitar sobreofertas de viviendas en lugares donde la gente no quiere vivir".