El impacto final del profundo ajuste impulsado en Dia para darle la vuelta a las pérdidas y reflotar el negocio tras el cambio de timón de mando en el accionariado y la dirección por la entrada del millonario ruso Mikhail Fridman a través de la sociedad Letterone dependía en parte de si la compañía era capaz de colocar un paquete de 260 tiendas a otro operador del sector alimentario. La idea era que también la plantilla vinculada a esos supermercados pasasen al nuevo dueño. Hasta una treintena de interesados llegaron a acercarse a Dia para quedarse con los establecimientos. Pero el plan no ha fructificado. Lo dijo ayer el abogado de la cadena durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por la demanda interpuesta por CCOO contra el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado para hasta 1.604 empleados. Que, además, así se lo comunicó la empresa a los representantes de los trabajadores la pasada semana. En este mismo mes de junio, Dia echará el cierre a la mayoría de esas tiendas, a 219 en concreto, de las que 24 están en Galicia.

La provincia más afectada, según los datos aportados por los sindicatos, será Pontevedra, donde está previsto clausurar 9 supermercados. Otros 8 son de A Coruña, 4 en Ourense y 3 en Lugo. El documento presentado por Dia en la última reunión de seguimiento del ERE -donde solo están UGT y Fetico, los dos sindicatos que acordaron el ERE con la compañía el pasado mes de marzo- desglosa uno a uno los centros, la fecha de fin de actividad y los empleados afectados. El resto de establecimientos, una treintena, hasta alcanzar esos 260 que entraban en el plan de desinversión están todavía pendientes de futuro porque sobre ellos sí que se mantiene el interés de otros grupos de distribución.

El plan inicial de Dia en Galicia, donde suma 223 tiendas y 964 empleados, pasaba por una reducción de 26 supermercados y establecimientos de su filial de cosmética Clarel y la salida de algo más de uno de cada diez trabajadores (108).

El juicio, según recoge Europa Pressa, quedó visto para sentencia con la petición de CCOO y del sindicato gallego CIG de la nulidad del ERE por un posible fraude de ley y abuso de derecho. Las circunstancias bajo las que se negoció no son las mismas que las actuales, tras concluir la OPA de Letterone y el acuerdo con la banca acreedora, esgrimen los sindicatos, que admiten que las causas que motivan el expediente se mantienen, pero no las circunstancias ni la información para poder desarrollar "una negociación de buena fe". Dia criticó CCOO no aclara qué supuesto fraude se ha producido, y que para producirse tendría que haber habido ánimo o interés malicioso.