El próximo jueves, 23 de mayo, Banco Santander iniciará con los sindicatos el periodo formal de negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que la entidad pretende deshacerse de 3.713 trabajadores (el 12% del total) y cerrar una de cada cuatro oficinas (26%). Las centrales temen que Galicia sea, por las duplicidades de la fuerte impronta de Banco Popular y Pastor, la comunidad más afectada por la medida. Del total de ceses, 2.874 son de la red comercial, 588 en estructuras intermedias que apoyan las delegaciones territoriales y 278 en servicios centrales, para los puestos pendientes de amortizar por la fusión tecnológica y que no pudieron entrar en el otro ERE de 1.100 trabajadores en diciembre de 2017.

"Banco Santander ha insistido en la necesidad de una restructuración de la red comercial y de las estructuras organizativas de dirección, soporte y apoyo para racionalizar solapamientos redundancias y duplicidades", expuso la sección sindical de CC OO en su última circular. "Consideramos incomprensible hacer una nueva reducción de plantilla cuando ya se ha adaptado previamente el sector a la realidad existente a lo largo de todos estos años de crisis", agregó por su parte la de UGT. La reducción de las personas afectadas y las condiciones de salida son las dos prioridades que se han fijado las centrales sindicales.