Nueva Pescanova dispondrá, a partir del verano, de capacidad industrial para producir hasta 120 toneladas diarias en su centro de Chapela. La compañía ha iniciado ya las obras para reacondicionar la factoría, en la que instalará nueva maquinaria, y que no implican la ampliación de la infraestructura. La empresa ha aclarado a FARO que las nuevas posibilidades de producción no derivarán necesaria y directamente de un alza de la misma. "Tendremos capacidad de hacerlo". A día de hoy salen de sus instalaciones hasta 61 toneladas diarias; si decide saturar la planta podrá alcanzar las 40.000 toneladas anuales. La meta de la compañía, según el plan estratégico Todos a una, es elevar en trece puntos la ocupación de la factoría de Chapela, hasta el 88%, en 2020. En ella emplea a unas 245 personas. Aunque fue hace más de un año cuando pidió las autorizaciones ambientales para arrancar con este proyecto, Nueva Pescanova acaba de recibir el visto bueno de la administración autonómica. Angulas Aguinaga (controlada por el fondo private equity Portobello Capital, de momento máximo accionista de Iberconsa) y Viciunai (antigua Sistemas Britor, con planta en Santander) son dos de los mayores competidores de la firma gallega en este producto.
"No se trata de una obra nueva, sino simplemente la ampliación de la capacidad productiva. Los cambios de producción se deberán a distintos equipamientos que en su conjunto colaboran al aumento de la producción", especifica la memoria técnica. El resto del pescado que se transforma en el centro mantendrá los volúmenes actuales de transformación: siete toneladas diarias para los filetes de merluza y otras cinco para los preparados de paella. La reformulación de la factoría coincide con la puesta en marcha de otras tres, en este caso centradas en el sushi y destinadas principalmente a los lineales de su gran cliente retail en España: Mercadona. Nueva Pescanova no ha concretado el importe de esta inversión; su plan estratégico contempla un importe de 125 millones hasta 2020 (sobre todo para renovación de flota y capex de mantenimiento).
Plan verde
El alza de la producción -de ejecutarse hasta los máximos que será capaz de asumir- derivará en aumento de los consumos de materia prima y energía. En el primer caso, con hasta 15.000 toneladas de pescado; en el segundo, al pasar de 11.000 MWh a un tope de 14.000. Eso sí, el proyecto incluye una inversión adicional para rebajar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y reducir costes. Así, reemplazará las actuales calderas de fuel por otras de gas natural, con capacidad de generación de casi 5.600 kilowatios. Es la misma filosofía verde que ha impregnado en la construcción de los siete buques -asignados en su totalidad a Armón Vigo y Burela- con los que renovará parcialmente las flotas con las que opera en Namibia y Mozambique.
Galicia, y España en su conjunto, es una importadora neta de surimi. Solo el año pasado, por ejemplo, adquirió en el extranjero cerca de 9.000 toneladas de este preparado con base de pescado, un 30% más que en 2017. El capítulo exportador, aunque se duplicó en el mismo periodo, fue residual: 71,5 toneladas facturadas fuera de España. Además de este último, Francia, Lituania y Polonia son los mayores productores de surimi de Europa.
