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Bimba y Lola cancela el proyecto de macrosede en Porto do Molle

No desvela si piensa otra vez en Portugal

Tienda de Bimba y Lola en Vigo // R. Grobas

La compra en diciembre de 2017 de seis parcelas con 21.000 metros cuadrados en una de las zonas más emblemáticas de Porto do Molle por el entorno natural que Bimba y Lola quería imprimir a su nueva macrosede simbolizaba el paso de gigante de la joven compañía hacia su gran objetivo de convertirse en "una marca global de referencia dentro de su segmento". Allí, en Nigrán, preveía trasladar su cuna, situada en estos momentos en Mos, con todos los servicios centrales y la logística, apoyándose en la antigua nave de Pórtico en la localidad mosense que adquirió apenas un par de meses después. Todo parecía estar encarrilado, pero las hermanas de Domínguez acaban de dar marcha atrás en su ambicioso proyecto. El grupo busca una alternativa, pensando en algún tipo de instalaciones que estén ya construidas, sin dar ninguna pista de dónde podrían localizarse.

La cancelación de la nueva sede en Porto do Molle, adelantada ayer por el portal especializado Moda.es, tiene como razón principal, según aseguran fuentes de la compañía a FARO, "conseguir el mejor entorno de trabajo posible para nuestros equipos". "Además, obviamente -añaden-, tenemos en cuenta otros criterios". Entre ellos mencionan los costes y el tiempo. El gasto en los terrenos, una vez sumado el IVA, rondaba los 2,1 millones de euros. A esa partida habría que añadir la inversión para los edificios y el acondicionamiento interno. El plazo de fin de obra estaba fijado para principios de 2020. Pero no se ha movido ni una piedra.

En esas mismas fechas finaliza otro plazo, el que tiene Bimba y Lola para consumar la opción de compra con Zona Franca de Vigo por el suelo. El desembolso total no se ha realizado. La compañía textil únicamente depositó un aval superior al medio millón de euros. En la entidad dirigida por David Regades desconocían ayer el cambio de planes de Bimba y Lola. De no haber sorpresa, si finalmente no se formaliza la adquisición, el aval se ejecutará en enero del año que viene.

La decisión llega después del cambio de rumbo que también se dio a la estrategia de abrir el capital a posibles accionistas. Era la segunda ocasión que Bimba y Lola intentaba conseguir compañeros de viaje. Y músculo financiero para alimentar su meteórica expansión. Varios de los grandes fondos de inversión internacional, como Permira y Carlyle, entraron en las negociaciones. Pero el bajo precio ofrecido llevó a las dueñas a parar la operación. "La no entrada de un inversor no tiene nada que ver con la decisión que tomemos", dicen las fuentes consultadas, en referencia a la búsqueda de una alternativa a Porto do Molle.

¿Qué tipo de instalaciones sondea? "Es un tema importante para el que seguimos valorando todas las opciones", asegura Bimba y Lola, que no desvela si entre esas posibilidades está, como se llegó a plantear, la deslocalización a Portugal. Sobre esa cuestión la compañía guarda silencio.

Bimba y Lola superó por primera vez los 200 millones de euros de facturación en su ejercicio fiscal de 2018, tras un aumento del 11,4% de las ventas, que en el caso del negocio exterior llega al 21%. La plantilla roza las 1.500 personas.

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