Con la contundencia con la que reconoció abiertamente el pasado viernes que lo suyo por Liberbank iba en serio -tanto, que por tener, tenía hasta un posible canje para que los accionistas fundadores siguieran en el capital y un guiño a la obra social, que prometió reforzar en los territorios de origen de las cajas que dieron lugar a la entidad-, cuesta creer que el equipo liderado por Juan Carlos Escotet no tuviera un acuerdo más o menos atado con una parte de peso del accionariado de la entidad de origen asturiano. Que, por cierto, es también donde están las raíces del banquero venezolano.
A la vista también de la reacción de la dirección de Liberbank, con Manuel Menéndez, procedente de Caja de Asturias al timón, no parece que la fundación heredera de esa entidad y las otras dos vinculadas a las antiguas cajas des de ahorros que bancarizaron su negocio (la de Extremadura y Cantabria) estén en ese grupo de aliados. Entre ellas suman el 23,5% de los títulos. Aunque ninguna en solitario controla tanto como Oceanwood (16,74%), el fondo de inversión británico-maltés, conocido como un "cazaopas"... y viejo conocido de Abanca.
Pasó por NH, inmerso con él en una guerra de ofertas; por Popular, donde se le acusó de forzar el desplome de la cotización; y por Pescanova, en la que se hizo muy fuerte con la compra de la deuda a entidades financieras durante la constitución de Nueva Pescanova. Oceanwood llegó a tener el 7,66% del capital del gigante pesquero de Chapela, hasta que el pasado diciembre se lo vendió a Abanca, convirtiéndola otra vez en la primera accionista de la compañía.
En consejero que representa a Oceanwood no es nuevo de puertas para adentro en el primer banco gallego. David Vaamonde Juanatey, gestor de inversiones bancarias, es un coruñés que, antes de entrar en el fondo de inversión, fue analista de renta variable de bancos españoles y portugueses en MainFirst Bank y en Findentiis Equities, además de analista de JP Morgan y Fitch. Pero su carrera profesional empezó en una de las cajas de origen de Abanca, en Caixa Galicia, donde trabajó como analista de la Subdirección de Estudios.
