El Consejo de Ministros aprobó ayer los anteproyectos de ley que crean los nuevos impuestos a los servicios digitales y a las transacciones financieras, con los que el Gobierno prevé recaudar 1.200 y 850 millones de euros, respectivamente. Ya como proyectos de ley, ambos tributos, con los que el Gobierno quiere avanzar hacia "un sistema tributario más moderno y redistributivo", iniciarán su tramitación parlamentaria

La llamada "tasa Google" se dirige a las plataformas que trabajan de forma "privilegiada", según explicó la ministra portavoz, Isabel Celaá, y que proporcionan una "gran desventaja" a otros comercios o actividades que pagaban impuestos, con lo que se hace frente a la "competencia desleal". Celaá ha destacado que España será el primer país de la UE que establece esta imposición para adaptar la tributación a los nuevos modelos de negocio digital. Gravará aquellas empresas con ingresos anuales totales de, al menos, 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los 3 millones.

El impuesto conocido como "tasa Tobin" gravará con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero, que busca también la "equidad" del sistema, según Celaá. La portavoz del Gobierno ha indicado que desde el año 2013 un total de 10 países de la UE trabajan sobre esta imposición, que se considera "conveniente" establecer a nivel nacional.

Desde el sector financiero, la CECA considera que el establecimiento del impuesto sin coordinación con otros países europeos puede producir "un daño en la competitividad del mercado de capitales español y la deslocalización de operaciones". Las patronales tecnológicas también cargaron contra el Gobierno por aprobar la llamada "tasa Google" porque supondrá una desventaja competitiva para España, y advierten de que su coste lo acabarán pagando las pymes, las pequeñas startups y el consumidor final. Ametic ha lamentado la "acción unilateral" al aprobar este nuevo impuesto "sin que exista un consenso internacional entre países, ni a nivel europeo". Los técnicos de Hacienda (Gestha) aseguran que los impuestos darán "una mayor equidad y suficiencia al sistema tributario", aunque consideran sobrevalorada la previsión de ingresos.