Cada hora de trabajo aporta al Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia cerca de 31 euros. Eso es la productividad, la receta mágica de los expertos para propulsar la recuperación de la economía. Trabajar más horas no necesariamente implica un aumento del rendimiento. De hecho, los niveles de productividad en Galicia están en máximos históricos, a pesar de que el número de ocupados todavía no alcanzó el récord previo al estallido de la crisis. Se hace más con menos, en parte por la aportación de las nuevas tecnologías a la mejora de la organización de las empresas y de las cadenas industriales, y por menos remuneración también tras la merma salarial aplicada durante los años de la doble recesión. Entre 2015 y 2016, la productividad en la región aumentó un 2,3% y acumula un alza superior al 22% desde 2008. En su evolución contrasta el comportamiento que están teniendo el comercio, la hostelería y el transporte, que, junto con el sector primario, encabezan las ganancias, frente a la actividad de las administraciones públicas, la sanidad y la educación, a la cola de la mejora.
La cada vez mayor aportación del sector servicios al PIB gallego tiene mucho que ver con el avance imparable de su productividad, un 20,5% más alta que antes del parón económico. Cada hora de trabajo en su caso ronda los 27,6 euros, según los datos que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE). Son unos 45.500 euros por puesto de trabajo y hasta 53.800 euros en un empleo a tiempo completo. Aún así, la llamada productividad aparente de trabajo de los servicios se sitúan por debajo de los 30,7 euros por hora efectiva que alcanza el conjunto de la economía autonómica.
En lo alto del ranking de la productividad gallega están las actividades inmobilarias. Es fácil saber por qué. En una operación de venta o alquiler de inmuebles interviene poco personal y el importe de las operaciones es elevadísimo. No tiene nada que ver con todo el proceso que hay detrás, por ejemplo, de cada componente de un coche o de una prenda de vestir. ¿Y a cuánto asciende? A casi 386 euros por hora tras un incremento del 31% en los últimos ocho años.
Por razones muy parecidas justo a continuación figura el negocio financiero y de seguros. Son algo más de 60,2 euros de productividad aparente por cada hora trabajada y 65.500 euros por empleado. El impacto de la crisis en el sector, uno de los más azotados, se nota también en el rendimiento de su producción, que medró un 15% desde 2008 tras tocar fondo en 2013 con 48 euros.
Todo lo contrario que el grupo encabezado por el comercio que, de la mano de la hostelería y el transporte, principal motor de la economía regional, no ha dejado de mejorar su productividad en todo este periodo y protagoniza el mayor ascenso: un 34,3%, hasta los 23,1 euros la hora. Muy cerca de ese avance están la agricultura, la ganadería y la pesca, con un 33,6% de subida, pero con la segunda menor productividad en la comunidad (15,9 euros la hora), solo por debajo de la de las actividades artísticas, recreativas y de ocio (14,3 euros).
La otra cara de la moneda es para la labor desempeñada por la administración pública y las actividades sanitarias, de educación y servicios sociales, donde el incremento registrado entre 205 y 2016, de un 4,8% (28,5 euros) apenas compensa el estancamiento que mantuvo durante todos estos últimos años alrededor de los 27 euros.
Hay dos industrias en Galicia. Lo demuestra tanto la variación del PIB, como es balance de la productividad. Con el tirón de la energía, el rendimiento se elevó un 26%, hasta los 36,8 euros, mientras que las manufacturas se quedan en los 29,8 euros después de un incremento mucho menor, del 17%.
