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Jon de Olabarria: "Alcoa y todo el sector aluminero necesitan un marco energético competitivo

"Incluso en la peor de las hipótesis, que las fábricas cierren, no cabe pensar en un escenario de desabastecimiento en España"

Jon de Olabarría, secretario general de la patronal del aluminio. // FdV

La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), a la que pertenece Alcoa, se presenta como una organización que representa a la industria española del aluminio y vela por la defensa de sus intereses globales. Es una entidad mayoritaria en un sector que tiene en España 292 empresas y genera más de 13.000 empleos. El secretario general de AEA, Jon de Olabarria, aborda en esta entrevista el impacto que ha tenido el anuncio del pretendido cierre de las fábricas de Alcoa en A Coruña y Avilés y las implicaciones que tal hecho podría tener para las empresas que usan aluminicio como materia prima.

-¿Qué porcentaje de aluminio de Alcoa fabricado en España consume el sector transformador?

-Desde la AEA representamos a la industria de la extrusión, que está integrada por las empresas que transforman el material en bruto por el procedimiento de deformación en caliente para obtener perfiles de aluminio con diferentes formas y usos. Esta industria, que utiliza como materia prima los llamados tochos de extrusión, es uno de los tres grandes canales que conforman el mercado global de la transformación del aluminio, integrado también por el sector de laminación, cuya materia prima son las placas de laminación, y por el sector de fundición, que utiliza como materia prima los lingotes de fundición. En este último se encuadran los fabricantes de piezas para diferentes sectores, con el automovilístico a la cabeza. Alcoa es responsable de la fabricación de estas tres variantes de productos de aluminio primario, aunque como socio de la AEA lo es en función de su actividad relacionada con el proceso de extrusión. Y en este sentido, podemos decir que en España se consumen alrededor de medio millón de toneladas anuales de tochos de extrusión, de los que algo menos de la mitad proceden de Alcoa con la fabricación repartida entre las plantas de Lugo, A Coruña y Avilés. Además de Alcoa, único fabricante de aluminio primario en territorio español, la industria de la extrusión del aluminio cuenta también con otras fuentes y vías de suministro, como es, en primer lugar, la multinacional noruega Hydro, que posee en España una planta de recuperación de aluminio usado, fundamental para completar el ciclo infinitamente sostenible del aluminio. El resto de agentes son dealers o brookers que facilitan el comercio de materia prima de diversas procedencias a los integrantes de nuestro sector de transformación, integrado por unas 45 empresas activas que poseen más de un centenar de prensas de extrusión y que, todas juntas, facturan algo más de 1.000 millones de euros, dando empleo directo a más de 4.500 personas y a unas 13.000 de forma indirecta en sectores auxiliares.

-¿Cómo afectaría a las empresas españolas transformadoras de aluminio el cierre de las fábricas de Alcoa en Avilés y La Coruña?

-Alcoa aporta aproximadamente la mitad de la materia prima que necesitan las empresas que conforman el mercado de extrusión español y, evidentemente, aunque cualquier acción empresarial en esta dirección supone momentos de incertidumbres y reajustes para la industria específica, no debemos olvidar que Alcoa también cuenta con fábricas repartidas por todo el mundo desde las que podría abastecer a sus clientes. Desde nuestra asociación confiamos en que lo antes posible se resuelva la situación abierta, con el mejor de los resultados para todas las partes, a la vez que subrayamos nuestra decisión de no interferir en la marcha de las negociaciones.

-¿Cabe pensar en un escenario de desabastecimiento de metal?

-Desde la AEA creemos que el suministro de los tochos de extrusión en nuestro país está asegurado y, en este sentido, descartamos cualquier incertidumbre. Por un lado, porque la propia Alcoa no sólo fabrica tochos de extrusión en España, sino que también lo hace en muchos otros países. Y, por otro lado, como comentaba, porque en España no sólo nos suministramos de estos productos a través de Alcoa. Contamos con muchos otros actores y agentes activos que seguirán garantizando que no se interrumpa la actividad de la industria de extrusión del aluminio en España.

-¿Se puede ver truncada esa tendencia positiva por el cierre de las fábricas de Alcoa?

-La industria española es muy competitiva y su relación calidad-precio es muy apreciada en los mercados europeos. Desde la asociación confiamos en que esta tendencia va a continuar.

-Al igual que le pasa a Alcoa y a otras industrias electrointensivas, ¿están preocupados los transformadores de aluminio por el encarecimiento de la energía?

-AEA comprende y apoya las reivindicaciones de Alcoa sobre el precio de la energía. Creemos que los precios de la energía en España deben tener en cuenta las circunstancias de las industrias electrointensivas y especialmente en el caso del aluminio; por eso reclamamos que esta tendencia al encarecimiento debe ser revertida para que nuestro país no pierda la competitividad que le caracteriza en los mercados globales. Asimismo, la industria de la extrusión y el tratamiento de superficies de aluminio también es consumidora de energía, aunque sea en una escala muy inferior, y eso significa que también nos afecta y nos preocupa la deriva alcista de estos precios. Nuestros costes de transformación van ligados indiscutiblemente a los costes energéticos y necesitamos un marco estable. La asociación va a seguir poniendo en evidencia que el precio de la energía para la industria de España debe estar alineado con el precio de los mercados al que van dirigidos nuestros productos. Este asunto no debe restar competitividad a nuestras empresas, que contribuyen de manera importante a equilibrar la balanza de pagos de la economía española.

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