Los concesionarios gallegos pisaron el acelerador en su agosto más decisivo. El mes estaba marcado en rojo en el calendario de la red comercial, que se anticipó a la entrada en vigor de la nueva normativa de registro de emisiones registrando una actividad récord. Según ha podido saber FARO, la comunidad registró 2.900 matriculaciones hasta el pasado 26 de agosto, lo que representa un 27% más que en el mismo periodo del año anterior. El sector, que en el conjunto de España crece a un ritmo del 44%, se vio impulsado por la oleada de compras de particulares que adelantaron sus adquisiciones para evitar la subida de impuestos y precios que se espera para decenas de modelos. Pero también por las matriculaciones de los propios concesionarios. Solo en cuatro semanas se registraron un total de 1.000 automatriculaciones en Galicia. Y eso que el dato, advierten desde el sector, no incluye el subidón final que se espera que se haya producido en esta última semana.

Ayer era el último día para dar salida a los vehículos con la homologación antigua -NDEC, por sus siglas en inglés-, que desde hoy deja de estar en vigor para ser sustituida por una nueva, el ciclo WLTP. Esta nueva normativa somete a los vehículos a pruebas más agresivas, lo que se prevé que dispare los registros de consumo de combustible y de emisiones y con ellas, el impuesto de matriculación -del que ahora están exentos siete de cada diez coches nuevos- y el precio final. Para esquivar esta vuelta de tuerca en la regulación, los concesionarios gallegos pusieron en marcha una agresiva campaña de descuentos de hasta 6.000 euros por la compra de vehículo y de automatriculaciones. Todas ellas al margen de las realizadas por las marcas, que disponían de un cupo para matricular nuevos vehículos siempre y cuando su número no represente más de un 10% de las ventas del año anterior.

Con la entrada en el mes de septiembre los concesionarios irán retirando los carteles con descuentos de sus fachadas, pero el consumidor encontrará oportunidades en el mercado de la mano de los kilómetro cero. Así se conoce a aquellos vehículos matriculados por los propios concesionarios y que, pese a no haberse estrenado en la carretera, ofrecen unos precios en torno a un 15% inferiores a los de los modelos nuevos.

"Moratoria" de dos años

Los precios sí se elevarán previsiblemente para aquellos coches que con el nuevo registro de emisiones sobrepasen los 120 gramos de CO2 por kilómetro a partir de los cuales hay que abonar el impuesto de matriculación. El Gobierno, eso sí, anunció ayer una moratoria de dos años para el sector. Hasta diciembre de 2020 se calculará un término medio entre los registros alcanzados con el anterior ciclo de homologación y el nuevo de cara al impuesto de matriculación. Este movimiento permitirá reducir, en parte, el impacto de la nueva normativa en los precios. Según las estimaciones del Grupo Autónomo Nacional de Vendedores de Automóviles, Camiones y Motocicletas (Ganvam), los vehículos se encarecerán alrededor de un 5% y no un 20% como inicialmente se preveía.