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La industria gallega factura todavía 3.300 millones menos que antes de la crisis

► Entre los grandes sectores, solo la alimentación vende más que en 2008► Automoción y naval empiezan a recuperarse y suman 6.500 millones

Miguel G. Montero

Galicia tiene muchas esperanzas puestas en la industria para subirse al tren de la economía del futuro. Por eso también buena parte de los apoyos de la Xunta al sector están enfocados al fenómeno 4.0. A hacer más inteligentes los procesos gracias a las nuevas tecnologías y mejorar así la eficiencia y la continuidad de las empresas. Aunque el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad se mueve en niveles récord, por encima ya de sus dimensiones en 2008, el crecimiento se asienta en los servicios. Antes de la doble recesión representaban el 58% de la actividad en la región. Ahora rozan el 64%. La industria, sin embargo, rondaba el 18% en aquel momento y una década después se sitúa en el 16,4%. Peor es la evolución en el caso de la rama manufacturera, que retrocedió dos puntos en este tiempo, hasta el 12,6%, y acentúa la caída que viene mostrando desde el 2000. El objetivo de la Axenda da Competitividade aprobada por el Ejecutivo gallego en junio de 2015 es colocar a la industria en el 20% del PIB otra vez. Falta todavía porque tampoco el negocio se recuperó del todo. Las fábricas de la comunidad facturan 3.300 millones menos que en el periodo de bonanza.

Sus ventas ascendieron a 28.731 millones de euros el pasado 2017. Es un 10% por debajo de 2008, cuando se situaron alrededor de los 32.000 millones, según los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE). A la industria manufacturera de Galicia le queda por recuperar prácticamente lo mismo que ha conseguido desde 2014, cuando el volumen de negocio marcó mínimos con 25.348 millones de euros.

Los síntomas de avance son claros. El valor de los productos comercializados por el sector aumentó un 10,8% en 2017. Galicia fue la quinta comunidad con mayor ascenso. El alza en el conjunto del país fue del 8%.

Pero hay letras pequeña a tener muy en cuenta. El gran balón de oxígeno de la producción manufacturera está siendo la industria alimentaria. En estos años ha sucedido a la automoción en el liderazgo del sector y en 2017 superó por primera vez los 7.000 millones de negocio, lo que supone un incremento del 25% -unos 1.400 millones- en comparación con 2008.

El segmento del transporte, dominado por, sobre todo, la automoción y el naval, no ha dejado de elevar su facturación desde 2015. El pasado ejercicio llegó a los 6.489 millones de euros, un 4,3% más que en 2016 y un 12,4% por encima del último año de crisis, el de 2014. Aún así, respecto a 2008, cuando se situaba en 8.400 millones, la facturación es un 22% menor.

Ambos motores, alimentación y transporte, concentran cada vez más porción de la tarta industria de Galicia. Están a punto de alcanzar la mitad de la producción manufacturera.

Coquerías, refino, químicas y productos farmacéuticos representan el 9,7% (2.793 millones) de las ventas de la industria de la comunidad. También le falta mucho margen por recorrer para volver a los números precrisis: un 20%. Otro 7% del negocio procede de la producción y fundición de metales (2.098 millones de euros); y un 5% (1.687 millones) de la producción de energía eléctrica, gas y vapor.

El textil, con una actividad más centrada en la distribución que en la fabricación, supone el 4,8%. Casi 1.400 millones tras un recorte del 3,6% respecto a 2008. En este tiempo el metal ha perdido un tercio del negocio, hasta los 1.425 millones. Tanto ahí, como en la piedra -un 51% menos que hace diez años, 594 millones-, el estallido de la burbuja inmobiliaria fue demoledor.

La industria de los muebles sí deja buenas noticias, con un máximo en 2017 de ventas: 551 millones de euros, un 55% más que en 2018.

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